Las asociaciones representativas de los guardias civiles exigen al ministro del interior que tome medidas inmediatas y contundentes para evitar más muertes de guardias civiles o que dimita de inmediato si no es capaz de gestionar eficazmente sus responsabilidades y proteger a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Tras los terribles hechos ocurridos en la tarde de ayer, con el fatal resultado de dos compañeros guardias civiles asesinados y otros dos heridos de gravedad ante la mirada impasible de un grupo de personas que jaleaban las acciones de las narcolanchas, las asociaciones profesionales de la Guardia Civil que representamos a todos los guardias civiles de todas las escalas, queremos expresar nuestra opinión conjunta sobre todos los acontecimientos que han desembocado en el asesinato de nuestros compañeros.
Queremos mostrar en primer lugar nuestro apoyo y pesar hacia las familias y amigos de David Pérez Carracedo y Miguel Ángel González Gómez, los compañeros asesinados en el día de ayer en el puerto de Barbate, cuando en el cumplimiento de las funciones encomendadas trataban de detener a los ocupantes de la narcolancha con unos medios a todas luces insuficientes con los que se dota a los guardias civiles para la lucha contra el narcotráfico en la provincia de Cádiz
Desde la contención dolorida queremos mostrar nuestra indignación por el salvaje asesinato de nuestros compañeros. Venimos denunciando desde hace años esta situación, conscientes del fatal desenlace que en el día de ayer se produjo.
La falta de medios materiales más que acuciante denunciada en diversas ocasiones por todos nosotros no ha valido de nada. Aun cuando desde la Dirección General de la Guardia Civil se nos dice que son más que suficientes. Ni tampoco el refuerzo con medios personales. Desde el Ministerio del Interior, su titular lo hizo ayer mismo, se afirma que Cádiz es una zona segura, no son necesarios, por tanto, más medios materiales.
Violencia de los narcotraficantes y sin cambios en la legislación procesal
La solicitud de Zona de Especial Singularidad no es un capricho de las asociaciones profesionales. Somos nosotros, los guardias civiles, los que a diario estamos en contacto con la problemática existente en la zona. Somos nosotros los que a diario luchamos contra el tráfico de drogas y de migrantes. Y somos nosotros los que sufrimos las consecuencias de una u otra manera, en una zona donde la violencia de los narcos va en aumento a diario sin una respuesta contundente por parte de la Administración.
Son muchos los interrogantes que el máximo responsable del Ministerio y de la Dirección General de la Guardia Civil tienen la obligación de responder. Son ellos los que deben de poner los medios necesarios para la lucha contra el narcotráfico y para salvaguardar la vida de sus guardias civiles.
Por desgracia, y con los resultados del día de ayer, está más que claro que ni el Ministerio del Interior ni la DGGC han cumplido con sus responsabilidades y, lo más grave, tampoco con sus guardias civiles. Hoy lamentamos el asesinato de dos compañeros y las terribles heridas que sufren otros dos. Si no se amplían tanto la dotación de material como de personal, muy a nuestro pesar estos incidentes irán en aumento con los resultados que ahora lamentamos todos, si desde la administración no empieza a trabajar de forma seria y contundente contra este tipo de delincuencia
Sr. Ministro ¿quiere que siga habiendo más guardias civiles asesinados? ¿cuántos muertos necesita para tomar medidas? Llevamos tiempo advirtiendo que esto iba a pasar, y sin embargo ha desmantelado el OCON y, pese a que sabe de la carencia de medios, ayer mismo dijo que todo estaba bien.
Si no es capaz de tomar medidas y dotar de medios a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que hagan su trabajo, para que protejan a los ciudadanos, para que eviten que la droga llegue a nuestros hijos, VÁYASE, DIMITA.
Tiene dos alternativas, o tomar medidas más contundentes, dotar de efectivos y medios adecuados, declarar la singularidad de la zona y reconocer la profesión de guardia civil como profesión de riesgo o DIMITIR por incapaz para asumir la responsabilidad que requiere el ministerio del interior.