13 de mayo de 1844. Mediante Real Decreto de 13 de mayo de 1844, se decreta la creación del “Cuerpo de Guardias Civiles”
Conforme al real decreto de 13 de mayo de 1844, el nuevo cuerpo, esta vez de naturaleza militar, quedaba sujeto al “Ministerio de la Guerra en su organización, personal, disciplina, material y percibo de haberes”, mientras que “en su servicio peculiar debe entenderse con las autoridades civiles, y depender por lo tanto del Ministerio de Gobernación”.
Con la idea de desplegarse por toda la geografía española y convertirse en la primera institución del estado que llegara a todos los ciudadanos, se dispuso inicialmente la creación de 14 tercios integrados a su vez por 39 compañías de Infantería y 9 escuadrones de Caballería, estando compuesta su primera plantilla por 14 jefes, 232 oficiales y 5.769 de tropa.
En el mes de octubre de ese mismo año se aprobaron los reglamentos militar y de servicio, y el 20 de diciembre de 1845, la “Cartilla del Guardia Civil”, redactada por el propio Duque de Ahumada y que puede definirse como el auténtico código deontológico del Instituto.
Su primer artículo pasaba a convertirse en la cimentación ética del nuevo Cuerpo: “El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil; debe por consiguiente conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás”. La impronta de su articulado fue tal que, después de más de siglo y medio, sigue teniendo plena vigencia moral.
La gran eficacia del nuevo Instituto en la erradicación del grave problema del bandolerismo motivó al Gobierno para aumentar su plantilla y potenciar su des-pliegue, convirtiéndose, tal y como han reconocido prestigiosos historiadores, en un instrumento clave en la construcción del estado moderno.
El 7 de noviembre de 1846 el Duque de Ahumada fue promovido al empleo de teniente general, continuando al frente de la Guardia Civil hasta el 1 de agosto de 1854