El 7 de junio de 1968 se produjo el primer asesinato por parte de la organización terrorista ETA.
El guardia civil José Antonio Pardines Arcay, motorista del Destacamento de Tráfico de San Sebastián, fue asesinado en la carretera local de Aduna a Villabona.
El guardia civil Pardines regulaba la circulación en una zona de obras de la carretera Nacional I Madrid-Irún, a la entrada de Villabona (Gipuzkoa). Su compañero de servicio, el guardia civil Félix de Diego, se encontraba a unos dos kilómetros al final de la zona de obras. Regulaban la circulación en ambos sentidos.
Un Seat 850 Coupé blanco llamó la atención de José Antonio Pardines, por lo que decidió ir tras él con su motocicleta para interceptarlo. Tras saludar reglamentariamente a los dos ocupantes, les pidió la documentación del vehículo y se agachó para verificar si esta correspondía con los datos de la matrícula del automóvil. Los dos ocupantes eran Iñaki Sarasketa y Francisco Javier Etxebarrieta “Txabi”, quien sacó su pistola y le disparó un tiro en la cabeza.
En ese momento circulaba un camión, cuyo conductor, Fermín Garcés Hualde, al ver la escena, trató de reducir al autor de los disparos, aunque rápidamente fue encañonado por Iñaki Sarasketa, obligándole a soltarle. Los dos terroristas aprovecharon la confusión y emprendieron la huida.
Horas más tarde, ambos terroristas fueron localizados en las inmediaciones de Tolosa por otra pareja de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, produciéndose un enfrentamiento armado en el que resultó muerto Francisco Javier Etxebarrieta. Ignacio Sarasketa logró huir y fue detenido al día siguiente en la localidad de Régil.
El camionero Fermín Garcés Hualde, fallecido el 12 de abril de 2022, ingresó en la Guardia Civil, llegando a ser condecorado con la medalla al Mérito de la Guardia Civil con Distintivo Rojo por su acción el día del asesinato de Pardines.