El 15 de abril de 1844, el Gobierno emite esta disposición para el Duque de Ahumada:
“Para llevar a efecto esta Real disposición, S.M. se ha dignado en comisionar a Vuecencia, como Director de organización de la Guardia Civil y señalar, para proceder a ella, los puntos de Vicálvaro y Leganés. Así que, debo decirle: Que V.E. queda facultado para proponer las medidas que conduzcan a la más útil organización de esta fuerza, teniendo en consideración que del acierto de su primera planta depende su porvenir”.
El día 20 de abril el Duque de Ahumada, tras su nombramiento como Director de Organización de la Guardia Civil, eleva un escrito al Ministerio de la Guerra en el que presenta reparos, incidiendo en la selección del personal del recién creado Cuerpo de guardias civiles, “ofreciendo más garantías de orden cinco mil hombres buenos, que quince mil no malos, sino medianos que fueran”. Asimismo, reclamaba que fueran adecuadamente retribuidos los guardias civiles para que no “pudieran faltar a sus sagrados deberes”.
El día 13 de mayo de 1844 se firma el Real Decreto para que se organice el Cuerpo de la Guardia Civil, que se ha considerado realmente el fundacional. La organización del nuevo organismo lo hará depender del Ministerio de la Guerra en lo concerniente a su organización, personal, disciplina, material y percibo de sus haberes, y del Ministerio de la Gobernación en lo relativo a su servicio peculiar y su movimiento.
El 1 de septiembre de 1844, fecha histórica para la Guardia Civil, el Duque de Ahumada eleva su rango de Director General de la Organización de la Guardia Civil a Inspector General del Cuerpo, con iguales derechos y prerrogativas que los inspectores de las otras armas del Ejército y el Cuerpo es presentado oficialmente ante la Reina Isabel II con un desfile militar en lo que es hoy la estación de Atocha, con una buena acogida en la población de Madrid.