Alicia es actualmente Jefa de Operaciones de la Zona de Canarias, hija y nieta de guardias civiles, siempre tuvo claro que su destino era ser guardia civil, viendo a diario a su padre fue consciente de lo importante que es el servicio a los demás y además hacerlo bien. Pertenece a la cuarta promoción de oficiales de la Guardia Civil y ha sido la quinta mujer en ascender a Teniente Coronel. Para ella la Guardia Civil es "una forma de vida"
- Guardia Civil, ¿Por qué?
No es la primera vez que contesto a esta pregunta, y confieso que nunca doy la misma respuesta porque creo que no hay una única razón por la que elegí ser guardia civil.
El ser hija y nieta de guardias civiles, es decir, el haber “vivido” la Guardia Civil desde pequeña ha pesado mucho a la hora de elegir esta profesión, no cabe duda, pero no es la única razón. Enumeraría muchas y no es el objetivo aquí, así que, si tengo que elegir una razón, me quedo con el hecho de que siendo guardia civil sientes que todos los días estás haciendo algo bueno para los demás. Es una sensación que ya mi padre nos transmitía cuando llegaba a casa todos los días, la satisfacción que sentía cuando acababa su jornada, repasaba lo que había hecho y siempre en la balanza pesaban las cosas buenas que había hecho frente a los malos momentos. Es un lujo dedicar tu vida a ayudar a las personas, ser consciente de lo importante de tu esfuerzo diario por hacerlo bien y sobre todo, sentirte recompensada con el cariño y el aprecio de los demás.
- Cuando ingresó era raro ver a una mujer con el uniforme de la Guardia Civil y mucho más en su caso luciendo las estrellas de oficial, ¿Cómo es, desde su propia experiencia, esa percepción en la actualidad?
Afortunadamente creo que las cosas han cambiado mucho en este aspecto tanto en la sociedad, que ya ha normalizado a la mujer en la Guardia Civil al igual que en otras profesiones que tradicionalmente han sido ocupadas por hombres, como en la propia Institución. Esto no quiere decir que hayamos alcanzado la igualdad en todas las áreas; de hecho, aún nos falta mucho por alcanzar, ni que haya sido fácil, muy al contrario, la incorporación de la mujer a la Guardia Civil supuso un cambio de gran transcendencia en la Institución y ha habido que superar muchos problemas de integración y de rechazo por el miedo al cambio, hoy prácticamente superados.
- ¿Qué sentimientos albergaba cuando decidió dar el paso de ingresar en el Cuerpo?
Incertidumbre, miedo, ilusión, orgullo …puf…. todo estaba por descubrir porque prácticamente en ninguna de las áreas había habido antes mujeres…. ¡Todo suponía un reto!!
- Después de estos 35 años de presencia de la mujer en la Guardia Civil y de sus 27 años como una de nuestras primeras oficiales, ¿Volvería a ser guardia civil?
Sin duda.
- Actualmente destinada como Jefe de Operaciones en la Zona de Canarias, ¿Es quizás el destino más exigente de los que ha tenido?
En cada destino he aprendido cosas nuevas y cada destino ha supuesto un reto, unas veces en lo personal y otras veces en lo profesional. No me arrepiento de ninguno porque de cada uno de ellos me he llevado un trocito para construir lo que soy ahora. En este último estoy disfrutando de nuevo del contacto con las Unidades Territoriales, aprendiendo muchísimo y tengo la suerte de poder trabajar en un entorno privilegiado como son las Islas Canarias, no sólo por lo agradable de su clima y su belleza, sino también porque sus características las hacen distintas al resto del territorio nacional.
De nuevo un reto para mí.
- ¿Ha sido fácil el camino recorrido hasta llegar a este momento de su carrera?, ¿Cree que para un hombre ese camino hubiese sido diferente?
No ha sido fácil y sí que creo que para un hombre el camino hubiese sido distinto.
Sin desmerecer las carreras del resto de mis compañeros, es verdad que en una Institución históricamente masculina en la que las mujeres hemos entrado hace “sólo” 35 años, el hecho de ser una de las primeras mujeres oficiales y pionera en prácticamente todo lo que he hecho, como la mayoría de mis compañeras, ha supuesto un esfuerzo adicional al que han tenido que hacer ellos. Sería injusto obviar que las primeras mujeres hemos tenido que luchar contra el rechazo inicial y los problemas de integración que supuso la entrada de la mujer en la Guardia Civil.
- ¿Fueron las primeras 192 mujeres guardias civiles unas heroínas?
Para una niña que era yo cuando vi por primera vez a esa primera promoción salir en todos los telediarios, desde luego que eran unas heroínas, porque se convirtieron en un referente para muchas otras niñas que como yo visualizamos que el ser mujer y guardia civil era posible.
- ¿Se considera, tras una carrera meritoria, especial de alguna manera?
No, no me considero especial en absoluto, pero sí reconozco que me siento muy orgullosa de mi misma y de todos los logros que cada una de nosotras vamos alcanzando en la Guardia Civil. Al igual que reconozco las dificultades a las que he y hemos tenido que enfrentarnos las mujeres en estos 35 primeros años de la mujer en la Guardia Civil, tengo que decir que para mí es un privilegio haber tenido la suerte de participar en ellos como una de las “primeras” y con ello haber contribuido a abrir las puertas a otras mujeres.
- ¿Son importantes las cuotas o los méritos?
Las dos cosas.
No son excluyentes, muy al contrario, con compatibles, no sé por qué hay quien da por sentado que una excluye a la otra.
Las cuotas en determinados momentos son necesarias y eso no significa en absoluto que reste méritos.
- Como pionera en distintas especialidades, ¿Cree que ha roto moldes y estereotipos?
Sí claro desde luego, no por ser especial o mejor que otras personas, sino porque al ser pionera cada una de las cosas que he hecho en la Guardia Civil se ha convertido en romper de alguna manera un molde, abrir una puerta a otras mujeres y cambiar la forma de ver las cosas imprimiendo esa perspectiva de género tan importante para avanzar y mejorar en nuestro trabajo de cara a la ciudadanía.
Además, confieso que lo de romper estereotipos me encanta
- ¿Qué suponen las mujeres para la Guardia Civil?
Suponen un valor añadido en una Institución que ha demostrado a lo largo de su historia que su máxima es el servicio a la ciudadanía, una ciudadanía cada vez más plural y más diversa, y en la que aproximadamente la mitad de la misma somos mujeres.
La perspectiva de género no sólo es positiva, sino que es necesaria para incorporar en cada una de nuestras decisiones, nuestras actuaciones, nuestra normativa etc., a esa mitad de la población que por muchas razones a lo largo de la historia no se la ha tenido en cuenta o si se la ha tenido en cuenta siempre ha sido bajo una “perspectiva masculina”.
Creo que hoy ya nadie duda de lo que las mujeres aportamos a la Sociedad, aunque nos quede camino por recorrer, y la Guardia Civil es un reflejo de la misma, sin duda somos necesarias.
- Hablemos de responsabilidades y según su propia experiencia, ¿Es mayor el nivel de responsabilidad en mujeres que en hombres? ¿Cree que se les exige más a ustedes que a sus compañeros ante las mismas situaciones?
Aquí tengo sentimientos encontrados porque creo al mismo tiempo que se espera más de nosotras al no presuponernos la valía que tienen los hombres y al mismo tiempo que nosotras mismas nos sentimos obligadas a demostrar continuamente que podemos hacer lo mismo, sin permitirnos confundirnos como se confunden ellos (lo normal como personas que somos).
En este sentido creo que como Sociedad aún nos queda mucho para alcanzar esa normalidad en la que el nivel de exigencia, y de autoexigencia entre hombres y mujeres esté equilibrado.
Y hablemos también de valores, de los que nos distinguen ante la sociedad, ¿Están obsoletos o siguen siendo necesarios en la Guardia Civil?
Yo creo que los valores no están obsoletos, es verdad que la sociedad está cambiando y a veces puede parecernos que hablar de valores es algo antiguo, pero los valores son necesarios para la convivencia, sobre todo en una sociedad cada vez más diversa y plural.
La Guardia Civil, como no puede ser de otra manera, es un reflejo de la sociedad a la que sirve y a la que se debe. Sin valores estaríamos faltando a nuestro deber de protegerla y velar por su seguridad. Si algo ha caracterizado a la Guardia Civil desde su creación es precisamente poner en práctica los valores que profesa, y creo que eso es algo que forma parte de nosotros. Sin duda son necesarios.
- ¿Cuál es actualmente la realidad de la mujer en la Guardia Civil?
Pues creo que la mujer en la Guardia Civil está “madurando”. A pesar de llevar 35 años, en una historia de casi 180 años, 35 son pocos. Estamos creciendo en la Institución, estamos haciéndonos cada vez más visibles y en breve estaremos ya ocupando todos los empleos y, espero, cargos, lo que será un avance y seguro que supondrá un cambio en positivo.
Aún queda por conquistar, claro que sí, y es nuestra responsabilidad seguir luchando por alcanzar este objetivo, una responsabilidad que debe ser compartida con nuestros compañeros y no única de nosotras.
La Guardia Civil necesita mujeres, de hecho, es una prioridad el que cada vez más mujeres opten por opositar a la Guardia Civil, lo que significa que ya no es una lucha sólo femenina, sino que es algo beneficioso para la Institución y así tenemos que verlo todos y todas.
- ¿Por qué somos aún el cuerpo policial con el porcentaje más bajo de presencia femenina?
Pues creo que porque aun somos muy desconocidos para muchas mujeres y porque aún hay pocos referentes. Afortunadamente se está trabajando en ello y empieza a dar fruto en las últimas oposiciones donde ya se empieza a comprobar cómo se han presentado más mujeres elevando el tanto por ciento de mujeres que han aprobado en todas las escalas. Esperemos que siga esta tendencia y vayamos incrementando ese porcentaje alcanzando el de otros Cuerpos Policiales.
- Igualdad efectiva, en la Guardia Civil hombres y mujeres pueden acceder a las mismas especialidades, tienen las mismas oportunidades, su sueldo es el mismo, ¿Es real esa igualdad, teniendo en cuenta que muchas mujeres renuncian a ascensos, especialidades o destinos por la familia?
Ya se sabe que no es real aun, precisamente porque siguen siendo las mujeres las que más renuncian a su carrera profesional por el cuidado familiar. Las políticas de conciliación son importantísimas, máxime en la Guardia Civil donde nuestro despliegue territorial condiciona en gran medida las situaciones familiares. Hay que concienciarse de la importancia de la natalidad y de adoptar medidas efectivas que permitan encontrar un equilibrio entre la vida familiar y profesional, facilitando el que todos los componentes, pero sobre todo las mujeres que somos las que soportamos más carga en la natalidad, puedan optar a seguir ascendiendo, ocupando cargos de responsabilidad y especializándose, sin condicionar y perjudicar a la familia. Huelga decir que en todo lo anterior nuestros compañeros de vida y de profesión también tienen una parte muy importante que asumir, y es aceptar la corresponsabilidad del cuidado familiar.
- Contrasta esa igualdad con otros sectores de la sociedad ¿quiere esto decir que la Guardia Civil ha hecho bien sus deberes?
Creo que la Guardia Civil, como el resto de la sociedad, aún tiene mucho que hacer para conseguir esta igualdad, y que se está trabajando en ese camino, no sin dificultades.
- ¿Hay algo a lo que haya renunciado de su vida personal por su carrera profesional?
Afortunadamente no, he encontrado el equilibrio entre lo personal y lo profesional, más bien si he tenido que renunciar a algo ha sido en el ámbito profesional y no al contrario. En ese sentido me considero una persona afortunada: elegí formar una familia sin renunciar a ninguno de mis destinos y así ha sido hasta ahora. Reconozco que encontrar el equilibrio no es fácil, implica contar con el apoyo del resto de las personas con las que compartes tu vida personal y profesional. Esto no quiere decir que no haya elegido mis destinos en función de mis circunstancias personales en cada momento, ni que todas las mujeres guardias civiles no hayan tenido dificultades en un momento determinado para conciliar las dos cosas. Probablemente mi caso no sea la norma, y me remito a las estadísticas; las mujeres en general seguimos llevando el peso del cuidado familiar y eso implica en la mayoría de los casos una renuncia.
- A lo largo de su carrera profesional ha recibido varios premios por su trayectoria, ¿Son importantes y necesarios este tipo de reconocimientos para visibilizar el trabajo diario de la Guardia Civil y la realidad de la mujer en la Institución?
Cito a uno de los canarios más reconocidos a nivel Mundial, César Manrique, cuando en el año 1978 le concedieron el premio mundial de ecología y turismo: “[…] Parece que no se respeta a nadie hasta que no consigue un premio […]”.
Es verdad que yo no soy una persona que haya sido premiada en numerosas ocasiones, más bien al contrario, pero el hecho de que otras mujeres guardias civiles hayan sido premiadas, ha hecho que tanto dentro de la Institución, como fuera de ella, se visibilice el valor añadido que aportamos. Además, cada premio es un estímulo para el resto de nosotras que vemos a nuestras compañeras como referentes. Me siento muy orgullosa de cualquier premio que otorguen a alguna de nosotras, tanto como si me lo diesen a mí misma, porque en el fondo es un reconocimiento que siento compartido, y así se lo hago saber a mis compañeras cuando ocurre. Es muy importante recibir estos premios, y necesario, claro que sí, visibiliza a las mujeres, a las mujeres guardias civiles y a la propia Guardia Civil.
- ¿Para cuándo una general en el Cuerpo?
Bueno, es cuestión de tiempo que pasemos a ocupar todos los empleos. En 35 años hemos llegado hasta Teniente Coronel, hay que tener en cuenta que, si bien las mujeres cumplimos 35 años en la Guardia Civil, “sólo” hace 30 que ingresó la primera mujer oficial. Ojalá llegue pronto ese hito por lo que significa y por el gran valor añadido que va a suponer una mujer en el escalón más alto de decisión, pero me temo que aún nos faltan unos años.
- Y por último ¿qué le diría en general a quien quiera ingresar en el Cuerpo, y más concretamente a las mujeres que quieran hacerlo?
Lo que le digo a las niñas con las que tengo la oportunidad de hablar y que me preguntan con curiosidad si ser guardia civil es difícil. Siempre las digo que las mujeres podemos hacer lo que queramos, sin límites, sólo hay que querer. La Guardia Civil es uno de los trabajos más bonitos que existen: no hay nada más satisfactorio que llegar a casa después de trabajar con la sensación de haber hecho algo por los demás. Es un Cuerpo Policial que por su naturaleza militar se distingue de los demás Cuerpos Policiales con una marcada tradición, unos valores arraigados, y donde puedes elegir multitud de destinos por tierra, por mar y por aire, en territorio nacional y también en el extranjero. No sólo es un trabajo, ES UNA FORMA DE VIDA.
Una entrevista de Antonio Mancera Cárdenas
Para Tribuna Benemérita