Cristina Moreno Martínez, es una mujer sencilla, abierta, entusiasta, una madre ejemplar, que ha sabido compaginar, a pesar de las dificultades, sus responsabilidades profesionales y familiares en cada momento, pero sobre todo es guardia civil, enamorada de su trabajo del que dice que es el "mas apasionante que nadie pueda tener", nieta e hija del Cuerpo, siempre tuvo claro lo que quería ser, su ilusión y su esfuerzo hicieron que consiguiese su sueño, convirtiéndose en la primera oficial del Cuerpo. Hoy dirige con eficacia la Comandancia de Guadalajara.
Nos recibe en su despacho y comprobamos que es una persona cercana, alegre, sencilla, apasionada e ilusionada con su trabajo, orgullosa de lo conseguido, dispuesta a darnos a conocer su experiencia en la Guardia Civil: Tras un café, comenzamos la entrevista:
- Siempre se ha dicho que ser guardia civil es vocacional, ¿Se entiende de otra forma el servicio al ciudadano?
No. Creo que el servicio al ciudadano, estemos en el ámbito que estemos, tiene que ser vocacional y la Guardia Civil evidentemente es un cuerpo policial dedicado y destinado a servir al ciudadano. No concibo que sea de otra manera.
- ¿Por qué decidió ser guardia civil?
Por cuestiones familiares, lo viví en casa prácticamente desde que nací, mi padre, guardia civil, mi abuelo, guardia civil, dos tíos míos también guardias civiles. Al final voy creciendo en una familia en la que hay mucho verde y cuando me quiero dar cuenta, lo que deseo en la vida, es ser lo mismo que ellos.
- Cuando usted ingresó era raro ver a una mujer con el uniforme de la Guardia Civil y mucho más luciendo las estrellas de oficial, ¿Cómo es, desde su propia experiencia, esa percepción en la actualidad?
La presencia de la mujer en el Cuerpo ya se ha normalizado completamente, tanto internamente como hacia nuestra sociedad. Actualmente nadie se sorprende al ver una mujer Guardia Civil atendiendo una incidencia y, por supuesto, ya nadie se cuestiona que una mujer Guardia Civil pueda tener galones o estrellas en los hombros.
- Pionera en un mundo de hombres, ¿Que sentimientos albergaba cuando decidió dar el paso de ingresar en el Cuerpo?
Ilusión, ganas, alegría. Creo que no decidí un día dar el paso. Nací con el paso dado. Siempre tuve muchísimas ganas y mucha ilusión por ser Guardia Civil.
- ¿Que ha supuesto para usted ser continuamente un referente para otras mujeres?
Es algo muy emocionante. Que haya niñas, niños o jóvenes que sepan de tu existencia, que conozcan tu vocación y la pasión que tienes por tu trabajo, a mí personalmente me parece muy emocionante. Yo no tuve referentes de niña y sí, hubiera agradecido tener espejos femeninos donde poder mirarme. Nadie me dijo si me iba a ir bien, si esta vida iba a ser complicada, que el tener hijos iba a ser un hándicap difícil, según el destino.
Es una gran responsabilidad poder ser el modelo para alguien. Pero es muy gratificante que puedas contar cómo ha sido tu vida y concluir que, con esfuerzo e ilusión, se puede conseguir todo.
- ¿Ha sido fácil llegar a este momento de su carrera?
No. No ha sido fácil. Además, tienes que dejar muchas cosas por el camino. Sacrificas mucho y no siempre tu entorno entiende que ese sacrificio te pueda reportar grandes satisfacciones.
- Se han cumplido 35 años de la incorporación de la mujer a la Guardia Civil y ha cumplido usted 30 años de servicio como nuestra primera oficial, ¿Qué dificultades ha tenido que afrontar en su carrera por el hecho de ser mujer hasta llegar al mando de la Comandancia? ¿Tiene la sensación de que a usted se le ha exigido más?
En general, unas dificultades parecidas a las afrontadas por cualquier compañero. Aunque no es menos cierto que todavía las mujeres seguimos cargando mayoritariamente, con las cuestiones familiares. Creo que, todavía, es algo derivado de nuestra propia genética y de una evolución de mujeres y hombres que, no creo se pueda cambiar tan rápido como quisiéramos. A día de hoy, tengo compañeros con hijos que han dejado aparcadas sus carreras temporalmente. Y también tengo compañeras en las mismas condiciones. Pero es verdad que, especialmente las mujeres seguimos optando por la familia en detrimento de nuestra proyección profesional y eso es un hándicap enorme.
- ¿Es una exigencia más para la mujer?
Tengo la sensación de que las mujeres nos imponemos a nosotras mismas, demasiadas exigencias. Sí es verdad que cada vez más el entorno, las circunstancias, la normativa facilitan todo mucho más. Pero al final, mi experiencia me ha demostrado que o te dedicas a ser buena madre o te dedicas a ser una buena profesional, pero que ambas cosas es difícil conseguirlas a la vez, dependiendo del destino que tengas y de tus expectativas profesionales, por supuesto.
- Tras estos 35 años de presencia de la mujer en la Guardia Civil ¿Cuál es actualmente la realidad de la mujer en el Cuerpo?
La realidad es que las mujeres estamos en la Guardia Civil, e impensable que el Cuerpo prescinda de sus mujeres, lo hemos demostrado desde hace 35 años, y la Institución ha comprobado que somos necesarias. Que hay muchas cuestiones que no solamente las hacemos bien, sino que incluso las llegamos a hacer mucho mejor que ellos; como en otras tantas situaciones, en las que nuestros compañeros suelen tener unas capacidades más adaptadas que las nuestras. La realidad es que ya estamos ocupando puestos prácticamente en casi todos los destinos, en casi todas las especialidades (creo que ya solo nos falta la UEI “por conquistar”) y estamos en casi casi todos los empleos. En 35 años hemos llegado hasta donde hemos podido llegar por los tiempos establecidos.
Pero la realidad también pasa por admitir que aún tenemos poca representación de mujeres. Aunque los datos que están arrojando las últimas convocatorias, nos están diciendo que, en proporción, se están presentando más mujeres que hombres a las oposiciones. Y eso ya nos tiene que hacer pensar, que algo estamos empezando a hacer muy bien.
- Una pregunta difícil, ¿Cuotas o méritos?
Méritos. Soy muy consciente de que mi respuesta no está en consonancia con la actual línea de actuación de nuestra Institución. La Guardia Civil desde hace pocos años, ha planteado que la solución para que haya más presencia femenina es reservar una serie de plazas para las mujeres. Es decir, en igualdad de condiciones se favorece al que tiene menor representación en la organización. En nuestro caso, a las mujeres. Lo que tenemos que tener todos muy claro, es que son medidas temporales que, una vez logrado el objetivo marcado, dejarían de estar en vigor. Entiendo que, si la Institución a la que me debo, ha decidido esta medida como la mejor, la acato.
Creo que es una medida que puede levantar ampollas (como así ha pasado). Cuando perteneces a una generación a la que se le ha exigido exactamente lo mismo que a tus compañeros varones, este tipo de medidas te cuesta encajarlas…si es que lo consigues.
Estoy convencida de que hay otras formas de conseguir este objetivo. El más evidente, que se nos conozca: a la Guardia Civil y a sus mujeres. Nos ha costado mucho abrir nuestras puertas al ciudadano, para que éste supiera lo que había detrás de cada uniforme. Pero ya están abiertas. Y la política de comunicación del Cuerpo, es extraordinaria hoy en día. Mostramos lo que hacemos. Sin ir más lejos, este año se ha producido un hecho en mi provincia que me ha llenado de orgullo. Y es que, este año Guadalajara arrojó la mayor cifra histórica de mujeres aspirantes a la Guardia Civil. Después de todo un año de impartir charlas de captación por los distintos institutos de nuestra demarcación y de la propia capital, unas charlas encabezadas por mí, y en las que les hemos contando a los jóvenes, nuestras vidas, nuestras experiencias personales y profesionales, todas las alternativas existentes para ingresar en la Guardia Civil y qué proyección de futuro y promoción tendrían, hemos comprobado cómo se ha incrementado el número de aspirantes femeninas, con las que hemos conseguido que la Institución les resulte atractiva.
- ¿Por qué cree que somos el cuerpo policial con menos presencia femenina? ¿Está el acceso de la mujer a la Guardia Civil totalmente normalizado?
Primero porque somos el último cuerpo policial que integró a la mujer. Y segundo, porque creo que hemos empezado un poco tarde, a visibilizar el papel de la mujer Guardia Civil. Si bien es cierto que, en cuanto hemos comenzado a mostrar a nuestras mujeres, los datos de aspirantes femeninas, se han disparado.
- Y a pesar de ser el cuerpo policial con menos presencia femenina, contrasta la igualdad en nuestra Institución, (mismo sueldo, mismas especialidades, mismas oportunidades de ascenso) con otros sectores de la sociedad, ¿Significa eso que la Guardia Civil ha hecho bien sus deberes?
La Guardia Civil desde que decide incorporar a la mujer a filas, es un cuerpo policial muy visionario. Fue de los pocos que nos abrió desde el principio las puertas a todo. Es decir, no hubo distinción entre hombres y mujeres durante la formación, en las clases nos integraron a todos desde el primer momento, no se decidieron destinos reservados para las mujeres, no se limitó la proyección profesional. Y actualmente, sigue siendo una Institución adaptada a los tiempos que corren e incluso, avanzada en muchas cuestiones. Y bastante pionera en temas de igualdad y conciliación familiar.
- Como mujer, guardia civil, oficial y madre, háblenos de la conciliación familiar, ¿Es una asignatura pendiente en el Cuerpo?
Es una asignatura pendiente de toda nuestra sociedad. En la Administración Pública, pero también en el sector privado. No es una cuestión única de Guardia Civil.
- ¿Ha sido fácil para usted compaginar vida familiar y profesional?
No. Siempre digo que hay que hacer “auténticos encajes de bolillos”. Es complicado y supone un esfuerzo tremendo. Por mi experiencia personal, hay que renunciar muchas veces, o bien a cuestiones profesionales porque son incompatibles con la crianza de tus hijos, o bien a cuestiones familiares o personales, porque son incompatibles con tu trabajo en ese momento o porque te interesa más, seguir desarrollándote profesionalmente.
- ¿Ha tenido que renunciar a algo por su carrera o por la familia?
Sí. En mi caso particular, después de muchos años, renuncié al mando del Equipo Central de Inspecciones Oculares del Servicio de Criminalística, porque decidí tener hijos y porque era totalmente incompatible ese apasionante destino, con criar hijos como yo entendía que debía ser la crianza de tus hijos. Fui yo la que decidí renunciar a mi destino, porque en aquel momento, lo que me pedía la cabeza y el corazón, era estar con mis hijos.
- Hace poco conocíamos que estaba usted, junto a otras dos compañeras de la Guardia Civil, entre las mujeres más influyentes de España en 2023, ¿Qué suponen estos reconocimientos civiles para usted? ¿Y para la Guardia Civil como Institución?
Estos reconocimientos en nuestras personas, lo que hacen es reconocer a todas las mujeres de la Guardia Civil. Me parece sorprendente que se nos esté incluyendo ya en unas listas de mujeres influyentes, encabezadas por Su Alteza Real, la Princesa Leonor y que cuenta con grandes mujeres de España pertenecientes al mundo de la banca, de la política. Que tres Tenientes Coroneles de la Guardia Civil sean incluidas, a mí me resulta una gran noticia, porque en definitiva no dejan de reconocer a la Guardia Civil como una de las mejores instituciones de nuestro país y a sus mujeres.
- ¿Cree que estos reconocimientos ayudan a dar visibilidad y a entender el trabajo de la mujer en la Guardia Civil?
Por supuesto. Creo que cualquier reconocimiento a cualquiera de nosotras nos pone en el mapa de la actualidad de España. Ayudan a que se nos vea, se nos conozca, a que se sepa lo que hacemos y a que el ciudadano de a pie compruebe que ni nuestra profesión es exclusiva de hombres, ni la Institución es un “cuerpo machista”. Estamos dando una imagen tremendamente positiva para la Guardia Civil y cualquier reconocimiento ayuda en este objetivo de que se nos conozca.
- ¿Qué ha supuesto y que ha aportado la mujer a la Guardia Civil?
En un principio supuso, que la Guardia Civil se adaptara al momento que vivía, que es lo que ha hecho desde sus inicios. La sociedad demandaba la presencia de la mujer en todos los ámbitos de la vida y la Guardia Civil, no se quedó atrás con esta demanda.
La mujer en el Cuerpo ha aportado una lista innumerable e interminable de cuestiones positivas que, de forma innata tenemos cada una nosotras por el hecho de ser mujer. En cada uno de los puestos en los que estamos presentes, no dejamos de aportar la visión de una de las dos mitades que conforman nuestra sociedad. Y eso es indispensable, para que funcionen bien las organizaciones. El hecho de que una mujer aporte perspectiva femenina a cualquier cuestión policial, no deja de ser muy positivo e imprescindible para la Institución. Nadie como una de nosotras va a entender los problemas de una mujer que sea víctima, por ejemplo, o de cualquier mujer que tenga un problema que tengamos que solucionar.
- Hablemos también de los valores que nos distinguen como Institución ante la sociedad, ¿Están obsoletos o siguen siendo necesarios en la Guardia Civil?
No están obsoletos, es más si por algo se caracteriza la Guardia Civil es por esa capacidad de adaptación que tiene al momento que vive y lo que ha hecho siempre la Benemérita, es adaptar sus valores a los tiempos que corren. Los valores son necesarios y creo que, en este momento, más necesarios que nunca. Tenemos que seguir luchando desde la Institución por seguir manteniendo los valores fundacionales que nuestro primer Director, el Duque de Ahumada, estableció para nosotros. Vivimos en una sociedad muy carente de valores y aunque alguno pueda pensar que resultan obsoletos o pasados de moda, nunca antes habían sido tan necesarios como ahora mismo.
- Y ahora una pregunta que seguro que nunca le han hecho ¿Para cuándo una mujer general de la Guardia Civil?
Pues en mi humilde opinión, para cuando por tiempos, corresponda.
- ¿Qué le diría a una joven o a un joven que quiera ser guardia civil?
Desde mi propia experiencia, le contaría que he tenido y sigo teniendo la vida más apasionante que alguien pueda tener. Que para mí la Guardia Civil ha sido y es una forma de vida, que no concibo de otra manera. Que después de treinta años, me sigo poniendo el uniforme cada día con la misma ilusión y las mismas ganas. Que esta “profesión” me ha hecho muy feliz, con sus momentos malos, como todo en la vida. Que ser Guardia Civil puede llegar a ser apasionante. Y que luche por sus sueños, que con esfuerzo todo se puede conseguir en esta vida.
- Y por último ¿Qué ha supuesto para usted la Guardia Civil? ¿Volvería a ser guardia civil?
Una y mil veces volvería a ser Guardia Civil. Allá donde ha estado destinada he conocido gente maravillosa, de la que he aprendido muchísimo, que me han enseñado cada día de mi vida. Me ha dado la oportunidad de acumular experiencias que en otro sitio no hubiera podido tener. He vivido situaciones que te aportan una gran recompensa personal. También mucha frustración, porque a veces no llegas hasta donde desearías, pero han sido las ocasiones de las que más he aprendido.
Una entrevista de Antonio Mancera Cárdenas
Para Tribuna Benemérita