Hablamos con el Cabo Mayor JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ TOVAR, Presidente de la Asociación Profesional de Cabos de la Guardia Civil, al que agradecemos esta entrevista en un momento tan especial para nuestra Institución y para la Asociación que representa, como es el 80 Aniversario de la creación del empleo de Cabo 1º en la Guardia Civil.
Permítanos que hagamos un pequeño recorrido de la figura del cabo dentro de la Institución desde su fundación en 1844, para poner en contexto esta entrevista:
Desde la creación de la Guardia Civil en 1844, existía la figura del cabo, que era escogido entre el personal de tropa más caracterizado, con más experiencia en la lucha contra el bandolerismo, con más conocimiento de la región y que infundiera mayor confianza en sus compañeros, era por así decirlo una recompensa para estimular a los guardias civiles por su servicio, pero sin formación específica.
Cada compañía recién creada, tanto de infantería como de caballería, debía componerse de un capitán primero, otro segundo, dos tenientes, un alférez, un sargento primero, tres segundos, cuatro cabos primeros, cuatro segundos, dos trompetas en caballería, y de un tambor y un corneta en infantería, y 120 guardias civiles.
Sus primeros cometidos se estipulaban ya en el Reglamento militar para la Guardia Civil publicado en La Gaceta de Madrid (antecedente del actual BOE), Número 3685, con fecha de 16 de octubre de 1844, concretamente en el capítulo V, “Obligaciones generales militares”, apartado “De los cabos primeros y segundos” y que textualmente decía: “Los cabos segundos y primeros de este cuerpo, destinados comúnmente á mandar las brigadas de la Guardia civil, deben saber cumplir y hacer observar a sus subordinados las obligaciones generales de las Reales ordenanzas, asi como las ordenes que recibieren de sus getes, cuidando muy especialmente del aseo y buen porte de sus subditos, y vigilando constantemente su conducta”.
El 21 de junio de 1940 al profesionalizarse el Ejército, se crea la figura del Cabo 1º del Ejército, al que de igual forma se profesionaliza y por lo tanto se le forma para asumir el mando directo sobre una parte de las Clases de Tropa a las que pertenece.
El 25 de noviembre de 1944 se dicta una Ley por la que se crea el empleo de Cabo Primero en la Guardia Civil, cuatro años después de que fuera creada previamente esta figura en el Ejército, configurando en la Guardia Civil, con una precisión meridiana, un empleo que vino a ser durante más de medio siglo la columna vertebral del Cuerpo.
En un principio la misión de los Cabos primeros fue la de Jefe de Puesto, según regulaba el artículo 2º de la citada Ley de 25 de noviembre de 1944.
La creación del Cabo 1° y su impacto
La creación del empleo de Cabo 1° en 1944 supuso un reconocimiento a la labor de los cabos y una mayor estructuración de la escala de suboficiales.
El Cabo 1° se convirtió así en una figura de mando intermedio, con mayores responsabilidades y un papel más destacado en la organización.
En la segunda mitad del siglo XX y con la profesionalización de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el perfil del cabo y del cabo 1° se modernizó, incrementándose su formación y asignándole tareas más especializadas.
Una vez puestos en contexto comencemos la entrevista con el cabo Mayor JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ TOVAR, Presidente de la Asociación Profesional de Cabos de la Guardia Civil
¿Qué significó exactamente la creación del empleo de cabo 1° en 1944 para la Institución?
Hay que tener en cuenta que el puesto de la Guardia Civil, la Casa- Cuartel, es la unidad más emblemática de la Institución. Su creación supuso una novedad en la Administración española y resultó clave en el éxito del modelo de organización que diseñó el Duque de Ahumada, pues con la creación de esta unidad se pretendió (y se consiguió) llegar a todos los rincones de la Nación con un doble objetivo: combatir la delincuencia y lograr el acercamiento al ciudadano, vertebrando al Estado.
Y el empleo de Cabo 1º se creó precisamente para ser jefe de puesto; es decir, la creación de este empleo significó un extraordinario reconocimiento de este empleo al encomendársele el mando de la unidad más importante que, en aquel momento, existía en la Guardia Civil.
¿Cómo ha evolucionado el papel del cabo 1° a lo largo de estos 80 años?
El empleo de cabo 1º ha evolucionado de una forma, podríamos llamar desigual, al resto de empleos que componen la Institución. Desde su nacimiento hasta los años 90 del pasado Siglo, el empleo de cabo 1º contó con el reconocimiento, consideración, prestigio y respeto que tuvo desde su inicio. Pero a finales de los años 90, llegó, lo que yo llamo el “invierno de los cabos”. Mientras que el resto de empleos se hacían un hueco en la organización de la Institución y tenían influencia y visibilidad, los empleos de cabo fueron abandonados y aislados, difuminándose, en muchísimos casos, sus cometidos con los empleos de guardia civil. Y así hasta que, en el segundo decenio del presente Siglo, nace nuestra Asociación y comenzamos un trabajo que consistía en; por un lado, hacer ver a los órganos de dirección en qué se habían convertido los que en otro tiempo fueron la columna vertebral de la Guardia Civil (y que tantas glorias dieron al Cuerpo); y, por otro lado y paralelamente, plantear propuesta tras propuesta para conseguir la visibilización y potenciación, tanto profesional como económica de los empleos de cabo. Hemos dado pequeños, pero importantes pasos, consiguiendo logros para ese reconocimiento profesional y económico de los empleos de cabo, pero aún queda un largo camino hasta llegar a la “primavera de los cabos”.
¿Qué importancia tiene el cabo 1° en la Guardia Civil actual?
Nosotros consideramos el empleo de cabo 1º un empleo básico en la estructura organizativa del Cuerpo. Los cabos 1ºs se encuentran al mando de unidades y equipos básicos pero cuyo trabajo tiene una enorme influencia en el resto de unidades superiores.
Ese pequeño equipo de hombres y mujeres mandados por un cabo, es la célula básica del conjunto de la organización, donde lo militar y lo policial empieza a tomar forma, donde se conforma la unidad física y moral, el primer eslabón de mando y obediencia, y que constituye el reflejo de la organización más antigua y valiosa de la Guardia Civil: los puestos.
También consideramos que la importancia que debe tener este empleo en la organización y estructura de la Institución debe ser bastante mayor que la que los órganos de dirección le han dado en los últimos decenios.
Por parte de los órganos de dirección se suele reconocer una “teórica importancia” del empleo de cabo en el funcionamiento de la Institución, pero, muchas veces, cuando esa “importancia” hay que materializarla en la práctica, se queda solo en la teoría.
¿Qué retos afronta el cabo 1° en la actualidad?
El principal reto que afrontamos es una digna reforma de los empleos de cabo para que estos encuentren en el Siglo XXI su ubicación exacta y correcta dentro de la magnífica maquinaria que es y debe ser la Guardia Civil. Y esta reforma necesariamente tiene que pasar por la consolidación y el aumento del mando por los empleos de cabo de pequeñas unidades y equipos. Lo razonable y coherente es que los empleos de cabo estén al mando de unidades o equipos de hasta cuatro o cinco guardias civiles.
¿Cómo cree que evolucionará el papel del cabo 1° en los próximos años, teniendo en cuenta los nuevos retos a los que se enfrenta la Guardia Civil?
Nuestra evolución tiene inexorablemente que ir paralela a la evolución de la Guardia Civil para enfrentarnos a los nuevos retos y amenazas que en un futuro (cercano o lejano) se nos vayan planteando o seamos capaces de prever; pero –insisto- nuestra evolución tiene que ir por el camino de mantener y, en su caso, ampliar el mando por los empleos de cabo de unidades y equipos básicos.
¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la formación y el trabajo diario de los cabos 1°?
Aquí no hay distinción de empleos. Las nuevas tecnologías son fundamentales para una eficaz y eficiente formación y trabajo diario.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las nuevas generaciones de cabos y cabos 1°?
Que se sientan orgullosos de ostentar los empleos que constituyen los primeros escalones de mando de la Guardia Civil, porque no hay nada más honroso y hermoso. Y que la responsabilidad que de ello deriva la ejerzan para preocuparse y velar por las necesidades de sus inmediatos subordinados y para realizar un trabajo de calidad, un trabajo bien hecho.
Y que ese orgullo por el empleo les lleve siempre a reivindicar, recordar, si fuera necesario, cuál es el puesto de servicio que les corresponde. No queremos ser más, pero tampoco ser menos.
¿Qué expectativas tiene la Asociación de Cabos respecto a esta celebración?
Todo lo buenas que se deben tener cuando se cumplen 80 años de servicio a España y a la Guardia Civil en la forma que lo han hecho los empleos de cabo. Esto no ha hecho nada más que empezar. Soy optimista. Dentro de 20 años, cuando cumplamos el centenario,-que, como dice el tango, “veinte años no es nada”- estoy convencido que muchas de las cuestiones de las que he hablado hoy ya habrán sido materializadas. Soy optimista que más pronto que tarde los empleos de cabo encontrarán su ubicación exacta y serán reconocidos profesional y económicamente como se merecen.
¿Qué mensaje le daría a los cabos y cabos 1° en este 80 aniversario?
Solamente decir a todos los camaradas de armas de estos magníficos empleos que no piensen en lo que se puede conseguir para una mayor visibilización y reconocimiento tanto profesional como económico, sino en lo que pueden hacer para conseguirlo.
¿Qué le pediría a la Guardia Civil en este 80ª aniversario para potenciar este empleo dentro del Cuerpo?
(Sonrisa) Es difícil resumir todo lo que le pediría a los órganos de dirección del Cuerpo. Haciendo un esfuerzo de síntesis y de forma general (para no aburrirle a Vd.) les pediría que escuchen y sigan escuchando las propuestas que sobre los empleos de cabo se les plantea y que se les seguirá planteando y que las estudien con detenimiento y teniendo presente, siempre presente, que somos los primeros escalones de mando y que las misiones y cometidos (y también, las retribuciones) deben ser acorde con ello; y que –como nos ha dicho recientemente el Teniente General Mando de Personal- “el cabo no es un comodín, que hace de guardia cuando falta un guardia y de suboficial cuando falta el suboficial”.
¿Quiere añadir algo más?
Sí. Decir que para continuar el trabajo que venimos haciendo en pos de los empleos de cabo es vital que sigamos teniendo representación en el Consejo de la Guardia Civil. Las elecciones al Consejo son en menos de un año, en octubre del 2025 y participar es fundamental para que los empleos de cabo no vuelvan a caer en “su invierno”.
Y por último, agradecerles su amor a la Benemérita y la oportunidad que me han dado de llegar donde de otra forma no llegaría. Ha sido un placer. Muchísimas gracias.
Una entrevista de ANTONIO MANCERA CÁRDENAS
Para TRIBUNA BENEMÉRITA