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Comandante José Manuel Corral Peón

El pasado fin de semana, el Festival de San Sebastián inauguró su sección "Made in Spain" con una entrevista-documental a un miembro de la organización terrorista ETA que ha sacudido a la sociedad española y, sobre todo, ha causado un profundo dolor en las víctimas del terrorismo.

En medio de esta controversia, es crucial destacar el malestar y la falta de consideración y respeto que estos acontecimientos han infligido a quienes han sufrido de cerca la barbarie terrorista.

Las palabras del terrorista de ETA, quien afirmó que "los guardias civiles que murieron ya sabían cuál era su función", son impactantes en sí mismas, pero su desprecio por la vida humana y la justificación de actos de violencia indiscriminada no deberían ser sorpresa. Sin embargo, lo que debería alarmarnos es la plataforma que se le ha otorgado para expresar tales opiniones en un evento público de renombre.

La afirmación de que los guardia civiles "sabían cuál era su función" es cuestionable en muchos niveles. Las personas que ingresan en las fuerzas y cuerpos de seguridad juran proteger y servir a su país, pero eso no implica aceptar la muerte como una consecuencia inevitable. Los agentes de la ley merecen respeto y reconocimiento por su valentía y sacrificio en la protección de la sociedad, y no deberían ser juzgados por las palabras de un terrorista, ni tan siquiera arrepentido.

Este acto de insensibilidad hacia las víctimas del terrorismo no debería ser tomado a la ligera. Aquellos que han perdido a seres queridos a manos de ETA han vivido y siguen viviendo el horror y el sufrimiento en su máxima expresión. Para ellos, las palabras del terrorista no son simplemente declaraciones polémicas; son recordatorios dolorosos de los momentos más crueles y oscuros de sus vidas.

Es innegable que la libertad de expresión es un pilar fundamental de cualquier sociedad democrática, pero esta libertad debe ir acompañada de la responsabilidad. Dar voz y visibilidad a quienes han causado tanto sufrimiento sin tomar en cuenta el impacto que esto tiene en las víctimas es un acto de crueldad innecesaria. Es un recordatorio de que, a pesar de los avances en la lucha contra el terrorismo, aún existe una falta de empatía hacia aquellos que han pagado el precio más alto.

La duda que algunas personas expresan sobre si la sociedad merece el sacrificio de los guardias civiles es comprensible, pero no debe ser confundida con una justificación de las acciones del terrorismo.

Más bien, es una reflexión sobre la sociedad en su conjunto y una llamada de atención para que todos nosotros recordemos el sufrimiento de las víctimas y trabajemos juntos para prevenir que tales horrores vuelvan a ocurrir.

En lugar de dar voz a quienes han causado tanto dolor, debemos escuchar y apoyar a las víctimas. Debemos garantizar que sus voces sean las que resuenen más fuerte en nuestra sociedad, recordándonos siempre la importancia de la solidaridad, la empatía y el respeto hacia aquellos que han sufrido las consecuencias de la violencia terrorista.

En resumen, la entrevista al terrorista de ETA en el Festival de San Sebastián ha sido un doloroso recordatorio del desprecio hacia las víctimas del terrorismo. En lugar de dar voz a quienes han causado tanto sufrimiento, debemos centrarnos en apoyar y escuchar a las víctimas, recordando siempre la importancia de la empatía y el respeto hacia aquellos que han sufrido las consecuencias de la barbarie.

José Corral Peón
Comandante (R) Guardia Civil