icono FACEBBOK icono TWITTER icono TWITTER icono YOUTUBE icono CARTAS AL DIRECTOR icono_INSTAGRAM.jpg icono DIRECCION icono DIRECCION

cabeceratribunabenemerita

f.elconfidencial.com original

Señora María Leire Díez Castro, me va a permitir que pierda un minutito de mi valioso tiempo en contestar a alguien que no alcanza ni para ensuciar las botas de quienes desde hace ya más de 181 años han servido, sirven y servirán en una Institución que es ejemplar.

Acabo de ver la información que El Confidencial ha destapado sobre sus nauseabundas palabras y maniobras contra la UCO y sus jefes, y aunque no merece que se le trate como periodista, pemitame que lo haga como lo que es, una persona sin ética profesionalmente hablando y sin moral, y que lo haga como guardia civil, especialista en policía judicial, aunque retirado.

Mantenía Quevedo que, “Donde hay poca justicia, es peligroso tener razón”, es una cita “señora” Leire, por si acaso su currículo como periodista es diametralmente opuesto a su lengua, usted, con su conspiración para “acabar” con el teniente coronel Antonio Balas y mancillar a la Unidad Central Operativa (UCO), demuestra que no solo intenta mancillar el buen nombre del profesional, intenta desprestigiar el trabajo de la unidad y a la propia Institución.

Hoy, con el “cabreo” de quien conoce el trabajo y el sacrificio de la Guardia Civil, de Policía Judicial y de la UCO, le contesto, no con insultos —porque no tiene usted la entidad profesional ni humana para merecerlos—, sino con la verdad de la UCO, una verdad que a usted, al parecer, le quema como el acero.

Sus palabras, señora Díez, son una cloaca abierta, su cloaca, no la nuestra. Llamar “Camorra” a la UCO, una unidad que desmantela redes de corrupción con pruebas que hacen temblar a los intocables, es vomitar sobre el trabajo de hombres y mujeres que arriesgan todo por la justicia y una verdadera indecencia.

Decir “Necesito a Balas, así de claro” y “Si Balas está muerto, mejor” no es solo un ataque al jefe de la UCO que investiga casos de corrupción; es escupir directamente a la cara de España y de los españoles que creen en la justicia, la de todos, no en la suya.

Sus tejemanejes de salón, sus conspiraciones sin sentido y sin fundamento, ofreciendo favores judiciales, que usted no puede y que los políticos no deberían dar, a un empresario investigado, no van va a doblegar a una institución que lleva 181 años de servicio ininterrumpido defendiendo el bien común, y que nunca fue un policía política ni permitió que la política influyera en sus investigaciones, decía Séneca, señora Díez que, “Ningún viento es favorable para el que no sabe a dónde va”, y usted, parece ser que ha perdido el norte, que anda perdida en su laberinto de intrigas y amiguismos, navegando sin rumbo.

Tilda usted a Balas de “verdugo”, decía usted que "lo que yo no tengo ninguna gana de que pase es que este señor Antonio Balas se convierta en verdugo de todos nosotros. Y de momento lo que está haciendo",(sic), no, no me lo diga, o es porque tiene miedo o porque le molesta que cumpla con su deber sin plegarse a unos apellidos más o menos ilustres, que al parecer usted intenta proteger, ¿Ve la diferencia señora Leire entre usted y Balas, entre un servidor ejemplar y una plumilla a la que la falta tinta?, permítame que le diga que es usted, si es que es periodista, es una vergüenza para el periodismo.

Sus palabras, “Si se demuestra esto de Balas, todo lo demás viene dado”, revelan su juego sucio: no busca justicia, sino salvar el pellejo de los suyos. Cuando el empresario investigado por la Audiencia Nacional, fanfarronea con que “una cosa” bastaría para dejar a Balas “muerto” y usted responde “Pues perfecto. Mejor todavía me lo pones”, muestra una vileza que haría sonrojar hasta al más cínico, decía Cervantes que, “La verdad adelgaza, pero no quiebra”, y la verdad es que la UCO, ha destapado casos como Gürtel, Nóos o los ERE, y ahora sigue investigando “otros casos” que, a usted, mientras se revuelca en el fango de la conspiración, le molesta que se investiguen.

Usted, que dice ser periodista, conspirando en la sombra con un empresario investigado para fabricar pruebas contra un oficial de la Guardia Civil íntegro, debería saber que eso, no es periodismo, es un trueque de cloaca, un intento rastrero de torcer la justicia.

No necesita usted afirmar que “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no están para extorsionar a ciudadanos”, porque eso, dentro de todas sus mentiras, es la única verdad, sin embargo, usted misma ofrece al empresario promesas de alivio judicial, lo que es una hipocresía que apesta y demuestra quién es "camorra".

 Al parecer señora Diez, su periodismo es estar junto al poder, y eso no es ser periodista, es ser un lacayo y un loro que repite los mantras que le van dando. Su cercanía a ciertos políticos no solo le nublan el juicio hasta el punto de creerse intocable, también ponen en cuestión lo que se espera y representa, o debería al menos representar el periodismo.

La UCO, señora Díez, es un faro en la tormenta de la corrupción. Sus investigadores, que pasan noches en vela revisando documentos, siguiendo pistas y enfrentándose a calumnias, intentos de desprestigio y amenazas, no merecen su desprecio.

Balas, no es solo un oficial, es un guardia civil, es el símbolo de una lucha que no entiende de privilegios ni de política, mientras usted, es tan solo una sombra que susurra en conspiraciones, buscando ensuciar a quienes hacen su trabajo.

Recuerde, el lema de la Guardia Civil, “El honor es mi divisa”, ese honor, señora Díez, no se negocia, no se vende, no se doblega ni ante maniobras políticas, que las hay, ni ante las maniobras periodisticas.

Usted no sabe lo que es despertarse cada día sabiendo que tu trabajo puede incomodar a los poderosos y seguir haciéndolo, sin miedo, por el bien común y por la justicia, claro que no. Usted prefiere el atajo, el chisme, la mentira, y seguro que, en su caso, el copia y pega y la Wikipedia, para ejercer su profesión.

Debería, por usted misma y por la decencia de miles de periodistas, señora Díez, retractarse y pedir perdón por sus palabras. Si tiene pruebas contra Balas o la UCO, llévelas a un juez, no a un empresario desesperado por esquivar la cárcel. Si no las tiene, como parece, cállese y deje de enrrarecer el aire con sus conspiraciones

La UCO no es su enemiga; su enemiga es la verdad que no puede soportar. Decía Lope de Vega que, “El mentir de las estrellas es muy seguro mentir, porque nadie ha de ir a preguntárselo”. Pero aquí, en la tierra, la UCO pregunta por la corrupción, investiga y encuentra respuestas, y se las entrega a un juez, para acabar con la mentira, en este caso contra la corrupción, mientras usted, con su diarrea verbal, se hunde poco a poco en su propia miseria. Digame ¿también va usted a conspirar contra los jueces o va a intentar ensuciar sus carreras o sus nombres?, o eso ya lo ha intentado.

Cuídese, señora Díez, porque tanto conspirar y difamar puede cubrirla de un fango, que no es fácil limpiar. La UCO no necesita de subterfugios para llegar a la verdad, solo necesita tiempo, y aunque le moleste, suele ser tenaz y concienzuda. La Guardia Civil, aunque le pese, seguirá siendo un escudo contra la corrupción, mientras usted se ahogará en sus propias palabras.

Como guardia retirado, le puedo decir, con orgullo, que sus conspiraciones para desprestigiar a la Guardia Civil y su trabajo, no manchará nuestro honor, el suyo señora Díez ya está perdido, como su prestigio.

Antonio Mancera Cárdenas
Guardia Civil retirado, orgulloso de mis años como investigador en Policía Judicial