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La aberración suele hacer alusión a un error muy grave asociado a la capacidad de entendimiento; al conducirse de una forma depravada y perversa, que está en contra de lo que está considerado como algo lícito, ético o moral.

El movimiento ‘abertzale’  recupera en Alsasua la tradicional y aberrante jornada de odio contra la presencia de la Guardia Civil en este municipio navarro.

El permitir, por parte de las autoridades, la aberración moral de una parte de la sociedad de Alsasua y la tolerancia y el silencio con que reciben estas actuaciones aberrantes esa otra parte que, si bien no comparte estos comportamientos, se hace cómplice de ellos, permite que se esté humillando y alentando el odio hacia la Guardia Civil y hacia sus familias, de ahí a la violencia y a la agresión física solo hay un pequeño paso, y los violentos están dispuestos a darlo sabiéndose impunes, como ya hemos visto, precisamente en Alsasua.

Todos tenemos claro, que hoy, ETA sigue presente en nuestras vidas, todos tenemos claro que Bildu es ETA, y que gracias a su presencia en los pactos con el Gobierno está más fuerte que nunca, por eso no nos extrañan las declaraciones de los responsables de Interior, con respecto al acoso a la Guardia Civil en Alsasua mañana 3 de septiembre y su mal llamado OSPA EGUNA., para no solo no perseguir el delito de odio, sino para ni siquiera investigarlo.

La dignidad es considerada como parte de los Derechos Humanos, y se asocia a valores como la igualdad, la seguridad, la autonomía y la libertad, Alsasua se ha convertido un pueblo sin dignidad, las autoridades civiles y judiciales permiten que los violentos atenten contra la seguridad, la autonomía y la libertad de una parte de sus vecinos.

La población de Alsasua ha perdido la dignidad y cuando ésta se pierde los individuos se convierten en un estorbo en la comunidad, porque es más el daño que causan con su indigna pasividad que lo positivo que dejan de aportar si se enfrentasen a los violentos, a las ratas, a quienes mantienen los postulados de terroristas y asesinos, y esto mismo sucede con las autoridades que permiten el delito de odio.

En Alsasua, en parte de Navarra y en el País Vasco parte de la sociedad vasca, guardias civiles y policías, no disfrutan de una situación democrática “normalizada”; ya que siguen padeciendo el odio y el rechazo del entorno de ETA, de sus acólitos, de sus “comisarios” sectoriales que se han ido introduciendo progresivamente, con el beneplácito de las fuerzas políticas supuestamente democráticas y por razones espurias, en el entramado social del País Vasco.

La vida de los guardias civiles y de las personas que con ellos se relacionan en Alsasua no puede llamarse hoy una existencia normal, con manifestaciones como las que mañana tendrán lugar en Alsasua.

Sigue el acoso a los guardias un año más, se vuelve a materializar el «Ospa Eguna», una jornada de odio en la que se pide la salida de la Guardia Civil de la localidad.

Esta campaña es continuación de las campañas de ETA, denominadas «Alde Hemendik» y que se llevó por delante a más de 500 miembros de las FCSE.

Hoy en Alsasua, los nostálgicos, los cachorros de la banda asesina, los violentos del mundo abertzale, auténticos anormales, en toda la acepción de la palabra, es decir y para que lo entiendan, todos aquellos que son lo infrecuente en la sociedad, lo que escapa de lo común, de lo ético, de lo moral y de la lógica, auténticos bastardos, que siguen con su particular aquelarre, reivindicando y haciendo suyas las formas violentas, el odio y los postulados de ETA para echar a los guardias civiles de la localidad.

La población de Alsasua se ha convertido una vez más en esclava de los terroristas, y como cualquier esclavo carente de dignidad y de derechos, permanece completamente sujeta a la voluntad y fines de sus amos, en este caso de proetarras y filoetarras, que reivindican las campañas de ETA, contra las Fuerzas de Seguridad, es cierto que hoy ETA no mata, pero políticamente está más fuerte que nunca, hasta el punto de que el propio Gobierno calla, como calla la Fiscalía que debería perseguir de oficio estos delitos de odio. Los nazis, masacraban a los judíos con el fin de mejorar la raza, el terrorismo de ETA ha masacrado a cientos de guardias civiles, ha asesinado a más de ochocientos inocentes, para mantener sus tesis e imponer hoy, en Alsasua, sus fines políticos a través del movimiento Ospa, mientras una población sin dignidad calla.

El Ospa Eguna es la vieja reivindicación de los asesinos de ETA, es el deseo de los terroristas para campar a sus anchas, saltarse las leyes, materializar sus delitos de odio y humillación hacia una parte de la sociedad, en definitiva, delinquir sin que nadie lo impida.

Antonio Mancera Cárdenas

Director de Tribuna Benemérita