Vamos con una de cuentos, o de bulos, de esos que se lanzan para salvar el culo de alguien, aunque con ello se arrastre a quien se ponga por delante.
Cuentan que había en un lugar no tan desconocido, dos explotaciones colindantes dedicadas al cultivo de manzanas; en una de ellas, la más grande de las dos, una macro explotación que cada cierto tiempo cambiaba de gestores, primaba la cantidad a la calidad de sus productos, la otra más modesta, tenía como objetivo la excelencia de sus frutos.
A esta última le preocupaba que su producción, aunque pequeña, llegase al consumidor con todas las garantías de calidad, protegía la variedad de sus frutales, siempre la verde y saludable Granny Smith y cuidaban de forma exhaustiva de sus manzanas de cualquier enfermedad, hasta el punto de que si tras la cosecha, alguna fruta presentaba pequeñas marcas de podredumbre, y por pequeñas que estas fueran, era apartada inmediatamente, comenzando a investigar inmediatamente las causas que habían causado la enfermedad en ese único espécimen.
Era tal el control que tenían en la pequeña explotación, que, ante la más mínima sospecha del ataque del moho azul, del pulgón rojo, verde, morado o ceniciento del manzano entre sus frutales y antes de que la podredumbre pudiese afectar a toda una cosecha, se realizaban investigaciones exhaustivas por los técnicos de la propia explotación, costase lo que costase y de estas además se daba cuenta a técnicos externos especializados en acabar con cualquier plaga, arrancando si era necesario el árbol entero.
En la gran explotación, no se cuidaba la variedad de sus árboles, mezclaban reinetas, fuji, golden, gala, delicious…, incluso tenían algún que otro árbol mutante e intentaban atraer hasta su explotación a alguna que otra granny; al no cuidarse la variedad, no se cuidaba la calidad, ya que primaba la cantidad de la producción a la calidad del producto, daba igual si el árbol que se plantaba ya venía enfermo de origen o enfermaba entre todos aquellos árboles tan distintos unos de otros.
Llegó el día en que la podredumbre de aquel gran manzanal, ante la falta de control, amenazaba con acabar con toda la explotación, y además amenazaba con infectar a la explotación vecina, por lo que los gestores de la gran explotación, intentando, no ya solucionar el problema, sino seguir gestionando ellos aquel gran manzanal que tanto rédito les daba a costa precisamente de engañar a los consumidores, ofreciéndoles manzanas de baja calidad, sin sabor o en el caso de aquellos árboles mutantes de sabor amargo y agrio, encontraron la solución perfecta.
Conocían, porque se les había avisado, que cuatro o cinco años antes, en la pequeña explotación vecina, donde se criaban y se cuidaban aquellas verdes y sanas manzanas Granny, habían comenzado una investigación interna y habían dado cuenta a los técnicos especializados de la misma, para comprobar si había algún tipo de podredumbre entre sus árboles o sus manzanas, podredumbre posiblemente proveniente de la gran explotación y ya habían iniciado el tratamiento fitosanitario necesario.
Por lo tanto desde la gran explotación, que manejaba muy bien la publicidad en los medios de comunicación, decidieron desviar la atención de su propia podredumbre, que se extendía cada día más, y lanzar una campaña de desprestigio hacia la pequeña explotación confundiendo al consumidor sobre donde estaba y de donde partía realmente el problema.
Y esto que parece un cuento, hoy es una realidad.
Hoy se desprestigia a la Guardia Civil, para desviar la atención de la corrupción del tito Berni e intentar salvar al soldado Ryan (léase aquí lo que cada uno entienda), aunque para ello haya que sacrificar el buen nombre y el prestigio de la institución mejor valorada por los españoles.
Que independentistas y proetarras ataquen, calumnien y busquen el desprestigio de la Guardia Civil, es algo que a nadie se le escapa, sabiendo quienes son unos y otros, de donde provienen y a quienes defienden, ya el artículo 6º de nuestra Cartilla lo decía de forma clara, “el guardia civil no debe ser temido si no de los malhechores; ni temible si no de los enemigos del orden”; no esperábamos otra cosa, lo que no es de recibo es que la campaña de desprestigio se lance desde algún ministerio, que destapa casos investigados por la propia Guardia Civil y enviados a la Justicia hace ya más de cuatro años, investigación que sigue en curso porque ese mismo ministerio no ha puesto a disposición de la Justicia las herramientas que esta le viene solicitando y por lo tanto conoce, que, en este pequeño manzanal verde, donde la calidad está por encima de todo lo demás, porque sabemos y saben, que cuando la calidad del manzanal se pierde, esta no se recobra jamás, se estaba investigando internamente desde hace más de cuatro años la podredumbre para arrancar los árboles enfermos, muchos de ellos infectados por la podredumbre de otros manzanales cercanos y apartar las manzanas podridas.
Y lo que más apena a esas verdes manzanas Granny, las que fueron y las que son, es que aquellos que gestionan la pequeña explotación callen y permitan la calumnia, el desprestigio, la duda, sobre una explotación donde siempre la calidad entre sus manzanas ha sido primordial desde que se plantaron los primeros árboles y donde siempre que ha habido algín árbol o alguna manzana enferma se ha apartado inmediatamente y sin hacer ruido.
Decía Blas de Lezo que "Una nación no se pierde porque unos la ataquen, sino porque quienes la aman no la defienden" y esto vale para naciones, instituciones o cualquier manzanal.
En España es más fácil cesar que dimitir
Antonio Mancera Cárdenas