El buque oceánico 'Rio Miño' del Servicio Marítimo de la Guardia Civil se encuentra en Cantabria para prestar labores de apoyo y control a las embarcaciones que actualmente se encuentran faenando en las costeras de la caballa y la anchoa. Atracó el pasado 14 de marzo en la región, donde permanecerá hasta el día 31 de este mes.
La delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, ha visitado este martes el barco junto al general de brigada Javier Moscoso y el coronel jefe de la Guardia Civil en Cantabria, Antonio Orantes, así como personal del Instituto Hidráulico Ambiental de la Universidad de Cantabria.
Gómez de Diego ha mantenido un encuentro con los tripulantes y ha conocido el trabajo que se lleva a cabo en la embarcación, informa la Delegación en una nota en la que destaca que el Servicio Marítimo de la Benemérita vela por la conservación del medio ambiente, además de hacer cumplir las leyes de tráfico marítimo y pesca.
La presencia del 'Río Miño' en aguas marítimas cántabras se enmarca en las costeras de la caballa y la anchoa y los servicios de control se prestan de forma conjunta con inspectores de pesca del Gobierno de España. El fin es que se cumplan normativas relacionadas con cupos, embarcaciones autorizadas o artes permitidas.
Además, los guardias civiles que prestan servicio en el buque realizan labores de seguridad de los barcos que faenan en el norte peninsular, atendiendo posibles emergencias que puedan producirse.
EL RÍO MIÑO
El buque tiene su base en Cádiz y está encuadrado en el Grupo Marítimo del Estrecho. Entre sus misiones en esa zona de operaciones, figura la lucha contra el narcotráfico y los tráficos ilícitos, la inmigración ilegal, polución marina y protección medioambiental, además de la protección del Patrimonio Subacuático.
Para el desarrollo de sus actividades cuenta con dos lanchas rápidas y un helipuerto, así como con equipos de comunicación, navegación, vigilancia, salvamento y protección idóneos para las misiones a desempeñar y que permiten permanecer largos periodos de navegación sin necesidad de tocar puerto. Con una eslora de 50,81 metros, es uno de los tres buques oceánicos con los que cuenta en la actualidad la Guardia Civil.