Como se temían los países europeos, el gas ruso puede dejar de fluir hacia los consumidores europeos más pronto que tarde.
La gasista rusa Gazprom ha emitido un comunicado en el que afirma que, a pesar de las promesas de Canadá y Alemania, no tiene garantías de que vaya a recibir la turbina reparada necesaria para retomar los envíos por el gasoducto Nordstream 1 y que, por lo tanto, no puede comprometerse a que puedan reanudarse en la fecha prevista.
Mientras, Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU vuelven a intentar este miércoles en Estambul buscar una solución a la crisis de los cereales ucranios bloqueados en los puertos del mar Negro, que ha desencadenado una crisis alimentaria mundial.
En el terreno, las fuerzas rusas se centrarán en la toma de pequeñas ciudades en la región de Donbás, en el este de Ucrania, a lo largo de la próxima semana, señala el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Los principales objetivos de esta nueva fase de la ofensiva rusa son las áreas urbanas de Sloviansk y Kramatorsk, añade la inteligencia británica.
Mientras, uno de los últimos políticos opositores que aún quedan en Rusia se enfrenta a una posible condena de varios años de cárcel. Ilia Yashin, uno de los líderes del movimiento Solidárnost (Solidaridad) y uno de los pocos políticos abiertamente opositores que quedan en Rusia, permanecerá al menos dos meses en prisión preventiva por un supuesto delito de difusión de informaciones falsas sobre el ejército. Yashin ha sido imputado por abordar los crímenes de Bucha en su canal de YouTube.
