El 20 de septiembre de 1846 desembarcaron en el Puerto de Palma los 24 primeros Guardias Civiles.
Estaban bajo las órdenes de un Segundo Teniente, Pedro José Sancho, natural de Artá, y el primer cuartel de este contingente se emplazó en la planta baja del claustro del Convento palmesano de Sant Francesc. Esta primera dotación del Cuerpo se estableció en primer lugar en la Ciudad de Palma y luego fue extendiéndose a todas las poblaciones más importantes de las Illes Balears.
Con carácter previo, el 4 de agosto de 1846, dos años después de que Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II duque de Ahumada, hubiera creado la Guardia Civil, mediante Real Orden del Ministerio de la Guerra se determinaba la fuerza de la que había de constar para el servicio en las Illes Balears, siendo destinados los primeros efectivos de la Guardia Civil.
La fuerza del Cuerpo que desplegó inicialmente en el archipiélago fue una compañía formada por dos secciones, al mando de un Segundo Capitán y compuesta por 72 efectivos. Un año más tarde, a finales de 1847, la Guardia Civil estableció el primer destacamento en la isla de Menorca, al igual que ocurriera semanas más tarde en la isla de Eivissa. Progresivamente se fueron creando nuevos puestos que cubrieron toda la geografía de las islas. Proceso que culminó en 1944, al crearse el Destacamento de la Guardia Civil de Cabrera.
En el año 1985, la sede de la Comandancia se trasladó desde las dependencias de la calle General Riera, ocupadas desde 1929, a su actual ubicación en el acuartelamiento de la calle Manuel Azaña.
Conforme a su evolución, la 17ª Zona de la Guardia Civil en Illes Balears, al mando de un Coronel, está formada actualmente por siete Compañías y por expertos de todas las especialidades con que cuenta el Cuerpo, logrando así que la Guardia Civil sea un referente en la sociedad balear.
