El 16 de abril de 1875 se dispuso la formación de una Asociación de Socorros Mutuos en las clases de tropa.
La misma se hizo a semejanza de la que existía en el Cuerpo para los jefes y oficiales, y que prestaba servicio de socorro en su desgracia a las familias de los miembros de la Guardia Civil que fallecieran.
Se estableció entonces que la Asociación fuera general en la Guardia Civil, siendo la cuota de 10 céntimos de pesetas por defunción. Además, para ello, se elevó consulta previa de la voluntad de los miembros del Cuerpo. Igualmente se determinó que la derrama se verificara por la fuerza presente el día que se publicara la defunción en el Boletín Oficial del Cuerpo.
En la actualidad, la Sociedad Filantrópica de Socorros Mutuos del personal de la Guardia Civil (todas las escalas del Cuerpo) tiene como finalidad suministrar a las familias de los socios que fallezcan un auxilio pecuniario inmediato con el que puedan cubrir los gastos del entierro y el funeral del finado. Además, Socorros Mutuos de la Guardia Civil pretende atender las propias necesidades de las citadas familias hasta que empiecen a percibir la pensión a que tengan derecho o dispongan su modo de vivir.
