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Habiendo sido fundada la Legión en enero de 1920, los lazos de vinculación con la Guardia Civil se mantienen hasta la actualidad.

El Benemérito Instituto estaba presente en el Norte de África desde 1859, con ocasión de la primera guerra de Marruecos que finalizó en la paz de Wad Ras, en la cual contingentes de guardias civiles combatieron en dicha contienda integrados en el cuerpo expedicionario al mando del General  O’Donnell.  En el Protectorado marroquí,  cuando se funda la Legión en 1920,  la Guardia Civil  desempeñaba sus misiones tanto en sus modalidades de servicio peculiar como en el servicio de campaña en cumplimiento de misiones militares que se le pudieran encomendar. 

Asimismo es significativo que en  el decreto fundacional de la Guardia Civil firmado por Isabel II de 28 de  marzo de 1844 se determine expresamente que catorce Tercios conformen el despliegue territorial del recién creado Cuerpo de Guardias Civiles, y que la Legión tenga la denominación de Tercio de Extranjeros. A lo largo de este artículo recorreremos los lazos de hermanamiento y camaradería entre estas dos fuerzas militares a lo largo de cien años. Se inicia con la semblanza del laureado Teniente General Serra Algarra, figura más  representativa de aquellos oficiales que  estuvieron destinados en el Tercio de Extranjeros antes de prestar servicio en la Guardia Civil. Continúa con aquellos legionarios relacionados familiarmente con guardias civiles, el padre del Coronel de la Guardia Civil Florencio Hermoso Domínguez, D. Graciano Hermoso San Martín, el cual, tras su paso por batallones de trabajadores después de la Guerra Civil, se alistó en el  Banderín Central de Madrid en 1941 sin que para la Legión  nada importara su vida anterior, terminando con el Teniente Fernando Rivero Díaz,  cabo primero legionario que en 1989 continuó su carrera militar en la Guardia Civil, cosechando éxitos en el montañismo.

TENIENTE GENERAL HONORÍFICO DE LA GUARDIA CIVIL  D. ENRIQUE SERRA ALGARRA

WhatsApp Image 202Símbolo y figura emblemática de los numeroso oficiales de todos los empleos que pasaron a la Guardia Civil procedentes de la Legión, desde el teniente Marcial Sánchez Barcaiztegui hasta los generales Isabelino Cáceres Ruiz y José Sánchez Alcaide. Nace el 27 de diciembre de 1907 en Castellón de la Plana, ingresando el 20 de diciembre de 1922  en la Academia de Infantería, egresando de la misma el 18 de mayo de 1925, siendo destinado al Regimiento de Infantería "Gerona nº 22", de guarnición en Zaragoza. Pasó destinado a la Legión el 5 de enero de 1926, presentándose en Ceuta e incorporándose al campamento legionario de Riffien, recibiendo el 4 de febrero su bautismo de fuego cuando formaba parte de la vanguardia de la columna mandada por el fundador de La Legión, el coronel José Millán Astray. El 31 de mayo de 1927 ascendió a teniente, y  el 5 de octubre, al frente de su sección participó en la histórica revista del Rey Alfonso XIII en el campamento de Riffien a las fuerzas de La Legión y en la entrega de una enseña nacional por la Reina Victoria Eugenia.

Pacificado el Protectorado, al igual que otros destacados oficiales de la época, decidió solicitar su ingreso en la Guardia Civil, ingresando en el benemérito instituto en 1930. Ocupando  diversos destinos en Valencia y Castellón, El 18 de julio de 1936 le sorprende en el escuadrón de caballería de la Comandancia de Valencia-Interior, que permaneció al lado del gobierno del Frente Popular. El 2 de agosto ascendió a capitán. Con el objetivo de pasar a zona nacional, solicitó el mando de una de las columnas expedicionarias que debían marchar a Madrid para reforzar su defensa, partiendo el 3 de septiembre, pasando a las filas nacionales con su compañía de guardias civiles, y tras el correspondiente procedimiento de investigación interna fue destinado a la Comandancia de Cáceres.

El 7 de noviembre se incorpora a la Legión, necesitada entonces de oficiales por el aumento de nuevas unidades y las numerosas bajas sufridas en primera línea. Enviado al frente de Madrid, participó en los combates de la Ciudad Universitaria, resultando herido en el pecho y brazo derecho. Dado de alta, el 23 de diciembre de 1936 se incorporó a su unidad, participando sucesivamente a lo largo de 1937 en las operaciones acontecidas en los frentes de Jarama, Brunete y del Ebro, para dirigirse finalmente hacia  el frente Teruel para participar en su liberación.

Allí, el 29 de diciembre -y transcribimos textualmente su hoja de servicios- "se ordenó el asalto a la posición enemiga de Cerro Gordo, lo que efectuó la Bandera con el cuchillo armado, por la fuerte resistencia del enemigo que hace un fuego encarnizado, sembrando de bajas el camino lo que no impidió llegar a la alambrada con un puñado de legionarios siendo el primero en pasar esta y llegar al parapeto, sosteniendo luchas de pistola y bombas de mano hasta hacerles huir. En aquel momento se hizo cargo de la Bandera, por haber sido herido el Comandante, organizando la defensa en la posición conquistada y organizando el resto de la Bandera, rechazando los contraataques hasta ser herido. En esta operación tuvo la Bandera 460 bajas de tropa y 20 oficiales, siendo evacuado al Hospital Costa de Zaragoza".

El capitán Serra permaneció al mando de esa posición, combatiendo pistola en mano y arengando a sus hombres a pesar de estar gravemente herido, negándose a ser evacuado hasta que la pérdida de sangre le hizo perder el conocimiento. Por tan heroico comportamiento -que facilitó la victoria de las fuerzas nacionales en esa zona- se le concedió el 24 de marzo de 1944, la Cruz Laureada de San Fernando individual, máxima recompensa militar española en tiempos de guerra.

Repuesto de sus heridas el 1 de febrero de 1938 se incorporó nuevamente al frente participando en sucesivas acciones en las provincias de Teruel, Huesca, Lérida y singularmente en el frente de Gandesa, pasando el 28 de agosto a mandar la 64ª compañía de la 16ª Bandera de La Legión, en donde permaneció hasta que el 27 de noviembre resultó herido de gravedad cuando se encontraba realizando un reconocimiento a vanguardia, teniendo que ser evacuado a Huesca. Dado de alta el 8 de mayo de 1939, un mes después de finalizar la guerra, volvió a la 16ª Bandera hasta que transcurridos el 28 de junio se reintegró a la Guardia Civil, siendo destinado a la Comandancia de Valencia Exterior y pasando a mandar el 1º escuadrón de caballería.

A partir de entonces y mientras en Europa comenzaba la Segunda Guerra Mundial, solicitó el Capitán Serra ir destinado a la División Española de Voluntarios que luchaba en el frente ruso, siendo seleccionado para encabezar un contingente compuesto por 68 miembros del Cuerpo, que marchó de España el 8 de abril de 1942. Organizado a partir del 4 de agosto el Servicio de Policía Militar de la División Azul, se establecieron las zonas de vanguardia y retaguardia, correspondiéndole esta última al capitán Serra Algarra , quien al frente de 6 tenientes, 6 sargentos, 11 cabos, 29 guardias y 10 intérpretes, se responsabilizó de misiones tales como las de vigilancia en estaciones de ferrocarril, establecimiento de patrullas de vigilancia, auxilio a divisionarios, constitución de un retén permanente y labores de investigación e información, así como de la constitución de puestos de gendarmería española en Berlín, Hof, Koenigsberg, Riga y Vilna.

Al ascender a comandante el 31 de marzo de 1943, por méritos de guerra contraídos en la campaña anterior, es destinado como 2º jefe de la 212ª Comandancia de Logroño. En años sucesivos fue obteniendo diferentes destinos tales como los de Plana Mayor del 33º Tercio mixto y el Centro de Instrucción, habiendo mandado también el sector Madrid-Segovia, dedicado a la persecución del maquis. El 14 de junio de 1949 ascendió a teniente coronel, ostentando en este empleo el mando de las Comandancias de Vizcaya y Álava, siendo ayudante de campo de los Tenientes Generales  Camilo Alonso Vega,  y de su sucesor, el teniente general Pablo Martín Alonso, ascendiendo a coronel  el 22 de marzo  de 1955.

 Desempeñó como coronel el mando del Tercio de Sevilla y el de Madrid, hasta su ascenso a general de brigada el 19 de diciembre de 1958. Por decreto de 11 de noviembre de 1966 ascendió a general de división, siendo nombrado en igual fecha Subdirector General de la Guardia Civil, en cuyo cargo estuvo hasta el 27 de diciembre de 1971, día en que cumplió los 64 años de edad, pasando al "Grupo de Destinos de Arma o Cuerpo" hasta 1977, ocupando durante ese periodo la dirección de Patronato de Viviendas. El 31 de enero de 1984 le es concedido el empleo de Teniente General Honorífico de la Guardia Civil.

La singular figura del laureado general Serra y su excepcional personalidad y vitalidad propiciaron que el Instituto contara con él en estas dos últimas décadas en cuantos actos institucionales se celebraban, Asimismo se le concedió la Cruz de Oro de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, máxima distinción del Instituto, que le rindió expreso y personal homenaje en un emotivo acto celebrado el 24 de enero de 1998 en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro.

El 7 de julio de 1999, tan insigne laureado falleció en el Hospital Militar "Gómez Ulla" de Madrid a los 91 años de edad, asistiendo a su entierro en el cementerio de San Isidro numerosos guardias civiles que quisieron rendirle el último homenaje.

El 15 de noviembre de 1999 en un breve pero emotivo acto presidido por el   entonces Director General de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, se procedió por Dolores Rosario Ortí, viuda del laureado general, a la donación perpetua y gratuita de la Cruz Laureada y diversas armas para "toda la Guardia Civil por el cariño, el respeto y la admiración que siempre tuvo con el general Serra", siendo recogidas por el Coronel José Amiguetti Sánchez para su exposición en el Museo de la Guardia Civil.

BRIGADA DE LA LEGIÓN D. GRACIANO HERMOSO SAN MARTÍN

WhatsApp Image 2022 01 17 at 11.16.54 AEl segundo episodio es un elemento  de vinculación familiar, el  brigada de la Legión D. Graciano Hermoso San Martín, padre del Coronel Jefe del Servicio de Estudios Históricos de la Guardia Civil. Lazos familiares se registran numerosos, como es el caso del Teniente Jefe de la Sección de Rescate  Montaña de la Guardia Civil de Jaca  D. Santiago Gómez Rivas, integrante de la LXIX Promoción de la Academia General Militar, biznieto del Teniente Coronel Valenzuela, primer jefe de la Legión que falleció heroicamente al frente de sus tropas en el combate de Tizzi Aza en junio de 1923,  cogiendo el testigo de la Legión el teniente coronel Franco.

Graciano Hermoso San Martín nace en Mieres el 2 de febrero de 1918, cuyos padres, naturales de las poblaciones terracampinas de Villada y Escobar de Campos,   emigraron desde Tierra de Campos  a Mieres en 1917 en busca de un futuro mejor ofrecido por el  trabajo de  las minas en Asturias, auge minero favorecido por la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial. 

Iniciada la Guerra Civil, es llamado a filas  para formar parte del Ejército Rojo al estar la población de Mieres en zona republicana. Conquistado el frente norte por las tropas nacionales, pasa como prisionero de guerra a batallones de trabajadores, como integrante  del Batallón de Trabajadores 106, que inició la construcción de una carretera en el Valle del Roncal   en octubre de 1939.

El 24 de julio de 1941 en Madrid Graciano Hermoso toma la decisión de ingresar en la Legión  y solicita su enganche en el Banderín Central de Madrid para servir en la Legión por un periodo de tres años. En su filiación figura que es preguntado si ha servido en filas, afirmando  que si, en el Ejército Rojo, no constando que se instruyera ningún tipo de expediente de depuración por haber prestado servicio de armas en zona republicana, fiel reflejo del espíritu legionario que imprimió  el fundador de la Legión Millán Astray en el que nada cuenta la vida anterior del legionario.

Su primer destino es en el Acuartelamiento de la Legión en Riffien,  sede del IIª Tercio de la Legión “Duque de Alba”, en la 6ª Bandera de dicho Tercio.  El 16 de marzo de 1942, por su buena conducta, amor al trabajo y espíritu legionario es promovido al empleo de cabo interino, obteniendo el empleo de cabo efectivo, tras aprovechar los cursos en las academias regimentales. El Cabo Graciano Hermoso asciende el 7 de Julio de 1944 a Cabo 1º y en marzo de 1947, tras superar el curso de formación de sargentos, asciende al empleo de Sargento Legionario el 19 de julio, pasando a la Plana Mayor de la Compañía de Destinos como Sargento auxiliar de dicha compañía.  Desde 1947 a  1952, que pasa al Negociado de Contabilidad  de la mayoría del Tercio Duque de Alba, alterna su servicio con el de ejercicios, maniobras y destacamentos.

En 1953, por orden del Ministerio de Presidencia del Gobierno es admitido a realizar pruebas para la admisión a la Agrupación Temporal Militar para Destinos Civiles, siendo clasificado para ocupar destinos de primera clase,  siéndole adjudicado destino con carácter definitivo en Monterrubio de la Serena (Badajoz), el 16 de noviembre de 1953, causando el 28 de dicho mes baja en la escala profesional y  alta en la  de complemento de la Legión.

El 12 de septiembre de 1955 contrae matrimonio  en Monterrubio de la Serena con Vicenta Domínguez Palomar, siendo destinado  el 29 de marzo de 1958  a la Fábrica Nacional de Armas de Valladolid.  En 1964 se le concede el sueldo de Brigada, falleciendo  en la plaza de  Valladolid el 25 de marzo de  1965, dejando viuda y dos hijos.

CAPITAN  DE LA GUARDIA CIVIL FERNANDO RIVERO DÍAZ

WhatsApp Image 2022 01El tercer episodio nos lleva al tiempo presente, y versa sobre aquellos caballeros legionarios que, después de prestar servicio en la Legión, deciden  continuar su carrera militar en la Guardia Civil.  Son numerosos (495)  los guardias civiles que lucen con orgullo el distintivo de permanencia en la Legión. Representante significativo de este grupo es el  Teniente de la Guardia Civil Fernando Rivero Díaz, que ingresa en La Legión con 18 años, el 4 de octubre de 1984, tras haber firmado un compromiso provisional en el Banderín de Enganche de Huelva el día 1 de octubre. Tras un breve paso por Ronda (Málaga), donde fue encuadrado en la 2ª Compañía de la Xª Bandera de Instrucción, el 13 de octubre embarca en Cádiz con otros 89 reclutas, de los que sólo 40 eran españoles.

En pocos días formaban en el patio de armas del 3º Tercio Don Juan de Austria, en Fuerteventura, donde les recibió un joven teniente Antonio Alemán Artiles,  hijo del laureado general Antonio Alemán Ramírez que y que haría una brillante carrera en las filas de la Legión hasta su pase a la reserva. Les recibió con las mismas palabras que usó el teniente coronel Millán-Astray en el puerto de Ceuta dirigidas a los primeros legionarios “Habéis contraído con la Legión el más hermoso compromiso de vuestras vidas. Tendréis aquí cuanto se os ha prometido. Podéis ganar galones y alcanzar estrellas; seréis tratados con justicia y equidad, pero sin blanduras. A cambio de ello sufriréis constantes peligros y azares, trabajos, duras marchas, y en el combate ocuparéis siempre los puestos de mayor peligro”.

Al ingresar  Fernando Rivero el Tercio  con el bachillerato terminado le dio una gran ventaja sobre la mayoría del personal que se alistaba en aquella época, por lo que fue convocado al curso de cabo en febrero de 1985, cuando apenas llevaba 5 meses de servicio, consiguiendo en 1987  plaza en el Curso de Cabo 1º, finalizando  siendo el número dos de toda La Legión en el examen y pasando al quinto puesto por baremación de méritos.

La Ley 17/1989, de 19 de julio, en su disposición Adicional Sexta disolvió la Escala Legionaria de Jefes y Oficiales. Para Fernando Rivero la opción para continuar  su modesta carrera militar era ingresar en la Academia General Básica de Suboficiales o en la Guardia Civil. Cuando sólo se disponía del borrador de la Ley y aconsejado por su capitán, José Antonio Alonso Miranda, que alcanzaría el generalato, y cuyo hermano Ángel es General de División de la Guardia Civil, optó por presentarse en febrero de 1988 al ingreso en la Guardia Civil, formado parte de la última promoción masculina de la academia de Úbeda. En aquella promoción de 800 alumnos sólo ingresaron cuatro legionarios.

En su periodo de formación en la Academia de Úbeda se  presentó a las pruebas del Curso de Montaña, finalizándolo en julio de 1989. En noviembre de ese año comienza su periplo en la especialidad de montaña que sólo se vio interrumpido por su ascenso a cabo, tras el cual fue destinado en 1992 como comandante de puesto a Santa Bárbara de Casa (Huelva), destino en el que permanece 4 meses hasta pasar como jefe del Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (EREIM) de Arenas de San Pedro (Ávila).

Durante sus 12 años como jefe de esta Unidad mantiene una estrecha relación con los montañeros de la zona, con los que emprende su primera expedición a una gran montaña, el Aconcagua, de 6.959 metros y cuya cumbre alcanza en enero de 1995. Recuerda Fernando Rivero que los últimos metros de esta cumbre los hizo cantando en silencio el Novio de la Muerte. Se apoyó en el espíritu de marcha y en el de sufrimiento y dureza del Credo Legionario para poder afrontar la dura canal que da acceso a la cumbre de América.

A partir de esta ascensión, se fueron sucediendo otras al Kilimanjaro (Tanzania), Toubkal (Marruecos), McKinley en Alaska, cuya cumbre no alcanza por el mal tiempo; Mont Blanc y Cervino, en los Alpes y un intento a un “ochomil” en el Tíbet, el Shisha Pangma. En 1999 el Servicio de Montaña de la Guardia Civil se plantea organizar su propio grupo expedicionario y en 2002 se afronta la empresa de ascender a su primera montaña de más de ocho mil metros, el Cho Oyu, la sexta montaña más alta de la Tierra, de 8.201 metros. Al tener mayor experiencia en estas lides que el resto de los expedicionarios, e inspirado por el espíritu de marcha y sufrimiento y dureza del Credo Legionario, llegó a ser el único que ascendió de toda la expedición a la cumbre.

Ese mes de diciembre marcha al Aconcagua (Argentina) para preparar una expedición al Everest, la montaña más alta de la Tierra. Una embolia pulmonar hizo que le evacuaran del campamento base en helicóptero y no pudo participar en la expedición.

En 2004, asciende a sargento Fernando Rivero y pasa a  mandar el GREIM de El Barco de Ávila. Se presenta a la primera oposición para oficial, ascendiendo a alférez el 5 de julio de 2007,  siendo destinado al Servicio de Montaña, continuando en el mismo tras su ascenso a Teniente el 8 de marzo de 2010.  En 2015 la Dirección General de Protección Civil decidió enviar un grupo de guardias civiles para emprender la búsqueda de 7 españoles desaparecidos en el Valle de Langtang (Nepal), tras el terremoto que asoló aquel país el 27 de abril de ese año. Liderando un grupo de 5 componentes del Servicio de Montaña que se trasladó de avanzadilla hasta Langtang,  estos trabajaron durante más de una semana bajo un glaciar fracturado por el terremoto. Dicho servicio tuvo repercusión mundial al ser el único equipo extranjero autorizado para trabajar en la zona durante los primeros 15 días después del terremoto. Fueron localizados 25 cadáveres, entre ellos el de una española desaparecida.

Otro guardia civil que hizo cumbre en el Everest es un antiguo caballero legionario, Juan Castillo Peralta, que a principios de 1974 ingresó en la Legión, que fue destinado al 3º Tercio en el Sahara. Cuando la Legión se trasladó a Fuerteventura en Octubre de ese año, se tuvo que organizar la Policía Militar y el sargento encargado de su organización, Juan Muñoz Amezcua, eligió a Peralta por su buen comportamiento. Posteriormente Peralta ingresó en la Guardia Civil y formó parte de uno de los primeros cursos del GAR y del I Curso de Especialista en Montaña que se convocó tras la reorganización de 1981. Curiosamente en 1984 Fernando Rivero  estuvo a las órdenes del entonces teniente caballero legionario Juan Muñoz Amezcua.  Probablemente tanto Fernando Rivero como Castillo Peralta puedan ser los únicos legionarios y guardias civiles que hayan conseguido coronar un ocho mil.

CORONEL DE LA GUARDIA CIVIL D. FLORENCIO HERMOSO DOMÍNGUEZ

ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL "FIEL en el DEBER"