Seis agentes resultaron heridos de distinta consideración durante la operación.
El Juzgado de lo Penal n 5 de Granada inicia del juicio oral contra 14 procesados por su supuesta participación en las agresiones que sufrieron unos guardias civiles en la detención en Pinos Puente, Granada, en diciembre de 2020, del que era considerado como el delincuente más buscado de la provincia, un joven que estaba reclamado por 14 juzgados.
El entonces detenido en esta Operación Kyrios es también uno de los procesados en esta causa por las agresiones a estos guardias, según consta en la diligencia de ordenación del juzgado, con fecha del pasado 28 de abril, y se enfrenta a una petición de un total de 8 años de prisión por la Fiscalía.
Según informó en su día la Guardia Civil, un tiroteo ocurrido en Albolote, también en el área metropolitana, el 6/2/2020 fue el origen de esta operación para localizar a este joven, cuya peligrosidad residía en que presuntamente iba armado y se sospechaba que no dudaba en disparar.
La detención tuvo lugar cuando agentes de paisano desplegados en torno a un domicilio en Pinos Puente lo vieron llegar en un turismo. Rápidamente, lo rodearon e intentaron detenerlo, pero se resistió dando mordiscos y patadas, a la vez que gritaba pidiendo ayuda, según detalló la Benemérita.
Al momento una muchedumbre rodeó a los agentes y los agredieron intentando arrebatarle al detenido. Hasta en dos ocasiones habrían conseguido arrancarlo de las manos de los agentes. En la última sus familiares habrían intentado meterlo en un coche y huir con él, pero los guardias civiles, "a pesar de los golpes recibidos, consiguieron detenerlo".
El dispositivo inicial era de 10 guardias civiles, pero acabó siendo de más de 20 para poder contener a las más de 60 personas que intentaron evitar la detención, en la que el joven se habría resistido con mordiscos, patadas y cabezazos.
Durante la detención resultaron heridos de distinta consideración 6 agentes por mordeduras y golpes. Los vehículos oficiales también resultaron dañados por una lluvia de piedras cuando la Guardia Civil abandonó la zona con el detenido.
