El terrorista etarra, líder de la banda asesina ETA, deberá esperar en la cárcel, después de que el juez revocara el tercer grado concedido por el Gobierno vasco
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional acaba de devolver a prisión al histórico etarra Joseba Arregi (alias el "Fiti") después de que la Fiscalía haya presentado un recurso contra su progresión de grado, según confirman fuentes jurídicas.
El juez no ha entrado a valorar las razones por las que la administración vasca le ha otorgado la semilibertado por segunda vez, sino que directamente suspende esta condición aplicando la nueva jurisprudencia que el Tribunal Supremo marcó en diciembre y el que fuera líder de la banda deberá esperar en la cárcel de Martutene .
El Gobierno vasco había alegado razones de salud ya que el "Fiti" de 77 años de edad, lleva 31 en prisión y sufre múltiples patologías. En 2019 cumplió las tres cuartas partes de su condena, pero la Fiscalía considera que el motivo humanitario para progresarlo de grado no puede basarse únicamente en la edad.
Se trata de la segunda vez que el "Fiti" vuelve a prisión. De hecho, este fue uno de los primeros terceros grados que concedió el Gobierno de Iñigo Urkullu cuando en septiembre de 2021 le fueron transferidas las competencias de Prisiones. El fiscal de la Audiencia Nacional lo recurrió, pero el juez que dicta la tutela penitenciaria tardó ocho meses en pronunciarse. Finalmente, lo devolvió a segundo grado en noviembre de 2022.
La administración vasca ha hecho un nuevo intento de progresión y ahora el togado deberá volver a valorar si los motivos alegados esta vez son suficientes para que Arregi se quede en semilibertad o si revoca esta condición. Pero en este lapso en el que los presos antes podían esperar en la calle, ahora deben hacerlo entre rejas después de que el pasado mes de diciembre la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional marcara el efecto suspensivo de los recursos de Fiscalía. Una vez se interponen y se admiten, el reo debe volver a la cárcel.
"Fiti" fue el último de los tres jefes etarras detenidos en 1992 en la localidad francesa de Bidart. Está condenado a cerca de 2.000 años de cárcel por su implicación en atentados y su sanguinaria trayectoria si bien su condena se extingue en 2026.
José María Arregi Erostarbe, Fitipaldi, formó parte de la jefatura de la banda, y pertenecía al llamado colectivo Artapalo. Artapalo compuesto por los asesinos Francisco Mujika Garmendia Pakito, José Luis Álvarez Santacristina Txelis y Joseba Arregi Erostarbe Fitipaldi, fue detenido al completo en una operación llevada a cabo por la Comandancia de la Guardia Civil de Guipúzcoa en Bidart (Francia) el 29 de marzo de 1992., dentro del aparato de ETA, Fiti era el responsable del aparato logístico de la banda, y su máximo experto en explosivos.
El colectivo Artapalo fue responsable de algunos de los atentados más sanguinarios de la organización, como el del Hipercor de Barcelona el 19 de junio de 1987 y el de la casa-cuartel de Zaragoza. La justicia francesa consideró que el asesino Joseba Arregi Erostarbe, Fitipaldi, había confeccionado los explosivos para estos atentados y el cometido contra la sede de la Dirección General de la Guardia Civil. Este colectivo representó un punto de inflexión en la historia de ETA, que se inició con el asesinato de Yoyes y la muerte del dirigente Txomin Iturbe, y que dio paso a la etapa de actividad terrorista más indiscriminada y desesperada de la banda asesina..
Hasta el momento, la Audiencia Nacional ha corregido en 10 ocasiones al gobierno vasco por terceros grados que no se ajustaban a la legalidad sobre presos de ETA y ha inadmitido otros cinco recursos de Fiscalía, según datos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).