
La Cumbre de la OTAN va a convertir a Madrid el próximo miércoles y el jueves en la capital mundial. Diez mil policías y guardias civiles peinan las calles de la capital para velar por la seguridad en la Cumbre de la OTAN
La 32ª Cumbre de la OTAN convertirá a Madrid durante 48 horas en la capital mundial: del martes a las 15.30, cuando el Air Force One del presidente estadounidense Joe Biden aterrice en la base militar de Torrejón de Ardoz, al jueves a la misma hora, cuando comiencen a despegar los aviones oficiales de las delegaciones.
La historia de la organización de la cumbre está colmada de paradojas. El anfitrión es un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cuando andaba en la oposición pregonaba con facilidad que suprimiría el Ministerio de Defensa en desenfadadas entrevistas.
Sus socios de coalición han manifestado abiertamente su oposición a la cita de la Alianza Atlántica y provocado tensiones en el Gobierno por ello.
Madrid se prepara para una cita histórica, la que tendrá lugar la próxima semana. Una crucial Cumbre de la OTAN que se produce en uno de los contextos más complicados al que se ha tenido que enfrentar derivado de la guerra en Ucrania. Un dispositivo de seguridad sin precedentes garantizará la seguridad de los más de 40 jefes de estado y de gobierno que se van a dar cita en la capital.
La ciudad será un bunker por el que difícilmente se podrá transitar. Utilizar el transporte público y teletrabajar en la medida de lo posible recomendaciones que se repiten sin cesar. Esta mañana en Madrid varios miles de personas se han manifestado contra la Alianza Atlántica. Manifestación a la que se han sumado cargos de Izquierda Unida y del Gobierno.
Madrid será un bunker durante la próxima semana
La Cumbre de la OTAN va a convertir a Madrid el próximo miércoles y el jueves en la capital mundial. Una cita histórica en la que Madrid va a estar completamente blindada. Madrid concentrará esta próxima semana buena parte del poder político de todo el planeta. 44 delegaciones internacionales participan en la cumbre de la OTAN y la ciudad se blinda para garantizar la seguridad con un dispositivo sin precedentes. Habrá carreteras y calles cortadas durante tres días. La capital será un bunker, prácticamente intransitable.
En Madrid ya se observa el movimiento de maletas. Empieza el desembarco en los hoteles de cinco estrellas que están casi al completo y vigilados desde hace días. Allí se alojarán parte de las delegaciones, solo la de Estados Unidos ocupa más de 1000 habitaciones. Las empresas de vehículos con conductor refuerzan la flota para los traslados a la Cumbre con coches de alta gama traídos de toda España. Serán de los pocos que puedan circular sin restricciones. Los paneles de tráfico anuncian los cortes y el alcalde advierte: "Madrid será intransitable".
Diez mil agentes peinan las calles de la ciudad
Madrid será el epicentro del poder político del planeta. El núcleo será IFEMA que estará protegido por un radio de seguridad de tres kilómetros. También estará cerrado el eje central: Castellana-Prado.
Diez mil policías y guardias civiles peinan las calles. Desde mañana hasta el viernes, prohibido aparcar en una zona plagada de oficinas. El teletrabajo es la clave para la sobrevivir a la Cumbre, también el transporte público. Los hosteleros de Madrid prevén facturar medio millón de euros. Sin embargo, los que están pegados a la sede de la Cumbre aún no saben si podrán abrir.
Madrid será el escaparate internacional y, también, la ciudad más incómoda la próxima semana. La paciencia será imprescindible para superar la prueba.








































































