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gendarmes heridos manifestacion

61 gendarmes han resultado heridos, 22 de ellos de gravedad, en los enfrentamientos que han estallado este sábado en la zona rural de Deux-Sèvres, en el centro-oeste de Francia, durante una manifestación de miles de personas que se oponían a la construcción de varios "megaembalses" para el riego agrícola, para ellos una forma de "acaparamiento de agua" para "agroindustria". La protesta ha reunido a entre 3.000 y 4.000 manifestantes.

En un tuit, el ministro del Interior Gérald Darmanin, que ha seguido los acontecimientos desde París,ha afirmado que no se trataba de un manifestación pacífica, sino de "una concentración muy violenta". "Espero", ha agregado, "que todas las fuerzas políticas republicanas condenen esta violencia".

Los periodistas de Afp han visto al menos tres heridos entre los manifestantes, con golpes en la cabeza, la nariz y la pierna. Entre ellos Julien Le Guet, uno de los portavoces del colectivo Bassines Non Merci que había llamado a manifestarse, que ha abandonado la manifestación con la cara vendada y un hilo de sangre en la nariz tras una breve detención.

"Estamos viendo violentos disparos de morteros, cócteles molotov y el lanzamiento de varios proyectiles a la cara de los policías", ha descrito a a la prensa la prefecto de Deux-Sèvres, Emmanuelle Dubée, que había impedido cualquier manifestación en la zona y denuncia una "manifestación violenta que pretende delinquir".

En una superficie de varias hectáreas a través de campos de cereal, la policía luchó por contener la multitud, en la que cientos de activistas enmascarados o encapuchados se codeaban con familias y muchos jubilados.

Los activistas anti embalses lograron forzar las puertas que protegen el enclave y penetrar brevemente en el interior antes de ser repelidos por la policía.

Al caer la tarde, los 1.500 gendarmes movilizados continuaron por su parte cercando el lugar, que se ha convertido en el nuevo epicentro de un conflicto por el uso del agua, que escasea con el calentamiento global.

El proyecto de los megaembalses pretende "reducir un 70% las extracciones en verano", en esta comarca aún sujeta a restricciones de riego tras una excepcional sequía estival.

Estas reservas son cráteres al aire libre, cubiertos con láminas de plástico y que se llenan bombeando las aguas subterráneas superficiales en invierno. Pueden almacenar hasta 650.000 m3 (260 piscinas olímpicas) de agua para riego en verano.

El ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, ha subrayado en la radio France Inter que el "proyecto no tiene consecuencias negativas para las capas freáticas", según un informe reciente.