La Guardia Rural, nace por Real Decreto de 31 de enero de 1868, 24 años después de la Fundación de la Guardia Civil.
En la Gaceta de Madrid (antecedente de nuestro actual BOE), nº 28, publicada el martes 28 de enero de 1868, encontramos el “Extracto oficial de la sesión celebrada –en las Cortes- el día 27 de enero de 1868, sobre el proyecto de ley de Guardia Rural” (sic), proyecto aprobado por Real Decreto, 4 días después.
La Guardia Rural, se crea como un cuerpo de seguridad provincial, dependiente de la Guardia Civil, nacido para custodiar la propiedad rural y forestal y velar por la seguridad, liberando así a la Guardia Civil de ciertos servicios que le impedían actuar con más eficacia en las misiones que se le habían encomendado en el momento de su Fundación.
Desde la época de la fundación de la Guardia Civil se contemplaban cometidos de policía rural (vigilancia de la caza, pesca y los montes), tal y como se recoge en la Cartilla del Guardia Civil de 1845. Sin embargo, la escasa plantilla de los primeros años y las prioridades de reducir la criminalidad, especialmente en las vías de comunicación y poblaciones, motivó la conveniencia de establecer una fuerza específica y exclusiva para tales cometidos propios de zonas despobladas.
El reglamento para la ejecución de la Ley de la Guardia Rural, publicado el 2 de marzo de 1868, organizaba la Guardia Rural militarmente, subdividida en compañías formadas por entre ochenta y ciento veinte hombres, y, aunque era un Cuerpo independiente, sus jefes, oficiales y sargentos pertenecían a la Guardia Civil, en situación de reemplazo, reserva o disponibles. Así como con subalternos de Infantería del Ejército, por lo que orgánicamente se decidió que dependiese del Director General del Cuerpo de la Guardia Civil.
El Director se debería entender por tanto en cuanto a esta fuerza se refiere, con los ministerios de Gobernación y Fomento en todo lo referente a los haberes y servicios de la Guardia Rural y con el Ministerio de la Guerra en lo referente a la organización y disciplina del Cuerpo de la Guardia Rural.
Las compañías estaban sujetas a ordenanza y fuero militar y la tropa la conformaban voluntarios, naturales de la provincia donde quedó implantada dicha guardería, bajo vigilancia e inspección de un Jefe del Ejército designado por la correspondiente Capitanía General.
Una vez organizada la Guardia Rural en las distintas provincias, cesaron todos los cuerpos e individuos que se habían destinado a guarda rural y forestal, ya fueran a cargo del Estado, de las provincias o de los pueblos.
Se estableció que los guardias rurales prestarán servicio por parejas, que dependieran de los alcaldes de los pueblos donde residían y que obedecerían sus órdenes. Los gastos presupuestarios estaban a cargo de las diputaciones provinciales.
La Guardia Rural tuvo una vida muy corta, ya que fue disuelta en octubre de 1868, apenas diez meses después de ser creada, y sus componentes, se integraron finalmente en la Guardia Civil, que vio así aumentada su plantilla.
La actividad que realizaba la Guardia Rural se asignó al nuevo “Personal subalterno encargado de la custodia y fomento de los montes”, organizado por Decreto de 27 de diciembre de dicho año.
En 1876, por Ley de 7 de julio, se asignó definitivamente a la Guardia Civil el cometido de servicio de seguridad y policía rural y forestal, sustituyendo al personal anterior. Con tal fin se realizó un importante aumento de plantilla y se modificó el Reglamento del Cuerpo, que databa de 1852, para añadir una dependencia directa de la Guardia Civil del Ministerio de Fomento en lo relativo a guardería rural-forestal.
Desde entonces, el ámbito de policía rural y forestal se ha atendido como una misión fundamental, propia de la Guardia Civil, en paralelo a la propia de seguridad ciudadana.
La Guardia Rural se considera el primer antecedente directo del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil.
Antonio Mancera Cárdenas
Guardia Civil (R) por accidente en acto de servicio
Director de Tribuna Benemérita
