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Estado de los cuatro primeros Tercios de la Guardia Civil, aprobado por real orden de 20 de diciembre de 1844, donde se asignó una sección de Caballería al Campo de Gibraltar.Estado de los cuatro primeros Tercios de la Guardia Civil, aprobado por real orden de 20 de diciembre de 1844, donde se asignó una sección de Caballería al Campo de Gibraltar

Por aquel entonces había en la provincia de Cádiz, con cabecera en su capital, una sola Comandancia de Carabineros, para la vigilancia de la primera línea de costa y segunda línea de interior

Prosiguiendo con la estadística criminal del año 1846, publicada en la Circular núm. 229, de 20 de febrero de 1847, de la 3ª Sección de la Inspección General del benemérito Instituto, que fue recogida en la “Recopilación de las Reales Órdenes y Circulares de interés general para la Guardia Civil, expedidas en todo el año de 1847, por los Ministerios de la Guerra y Gobernación, y por el Inspector General de la misma, arreglada de su orden en la Secretaría de la Inspección General”, hay que significar que el número de presuntos criminales detenidos por la Benemérita en la provincia de Cádiz fue de 214.

Dicha cifra, que puede parecer reducida si no se enmarca en el contexto estadístico nacional de la Benemérita, donde el II duque de Ahumada estaba impulsando que se fuera desplegando la Guardia Civil por toda España, e integrada por los mejores hombres, debidamente seleccionados, aunque ello implicase no cubrir en su totalidad las plantillas legalmente aprobadas, situaba a la provincia de Cádiz en el cuarto puesto a nivel nacional. Nuestra provincia, en dicha estadística de 1846, se encontraba a la par que la provincia de Granada, que había efectuado igual número de detenciones. Por delante tan sólo estaban las provincias de Badajoz (266), Sevilla (243) y Zaragoza (225).

Las estadísticas correspondientes al año siguiente (1847) son más contundentes respecto al índice de criminalidad en la provincia de Cádiz y van potenciando el grado de eficacia de la Guardia Civil a medida que se van desplegando. Para ello resulta de gran interés el resumen numérico, por tipología, de los servicios prestados en dicho año, que consta en la Circular núm. 326, de fecha 30 de enero de 1848, realizada por la 3ª Sección de la Inspección General de la Benemérita. Dichos datos fueron publicados en la “Recopilación de las Reales Órdenes y Circulares de interés general para la Guardia Civil, expedidas en todo el año de 1848, por los Ministerios de la Guerra y Gobernación, y por el Inspector General de la misma”.

Así, concretamente, durante el año 1847 se realizaron por la Benemérita en nuestra provincia un total de 1.335 servicios, situándola en esta ocasión en el primer puesto a nivel nacional, seguida de las provincias de Málaga (1.114) y de Huesca (1.018). De esos 1.335 servicios, 218 correspondían a personas detenidas por la comisión de delitos, 1.016 por la comisión de faltas leves, 61 por desertar del Ejército, 40 por prófugos del servicio militar obligatorio y 11 por contrabando. Por número de presuntos criminales detenidos (218), se encontraba ocupando el tercer puesto a nivel nacional, estando por delante tan sólo Sevilla (289) y Málaga (249).

En las estadísticas de 1848, con una plantilla de guardias civiles más reforzada y con un mayor despliegue territorial, que supuso el aumento del número de localidades que contaban con casas-cuarteles en la provincia de Cádiz, en general, y en el Campo de Gibraltar en particular, son todavía mucho más resolutivas respecto a su eficacia. De hecho, nuestra provincia llegó a ser expresamente distinguida, por el propio duque de Ahumada en la correspondiente circular anual, “por el mayor número de aprehensiones de criminales”.

Concretamente fue publicado en el resumen numérico de los servicios prestados por provincia en el año 1848, de la Circular núm. 476, de 14 de marzo de 1849, dimanante de la mentada 3ª Sección de la Inspección General de la Benemérita. Conforme a su contenido, durante el mentado 1848, se realizaron en la provincia de Cádiz un total de 2.103 servicios, permaneciendo en el primer puesto a nivel nacional, seguida a mucha distancia de las provincias de Huesca (1.446) y de Málaga (1.246). De esos 2.103 servicios, 471 correspondían a personas detenidas por la comisión de delitos, 1.464 por la comisión de faltas leves, 113 por desertar del Ejército, 55 por prófugos del servicio militar obligatorio y 15 por contrabando. Por número de supuestos criminales detenidos (471), se situaba también en el primer puesto a nivel nacional, seguida a bastante distancia de Málaga (347) y Sevilla (339).

Antes de entrar a valorar la criminalidad en la provincia de Cádiz, debe realizarse una aclaración respecto a la cifra tan reducida de detenciones de contrabandistas practicadas por la Guardia Civil, máxime cuando por culpa de la ocupación inglesa de la plaza de Gibraltar desde el año 1704 y la impunidad que ello generaba, se padecía muchísimo más esa lacra, ya que desde allí partía el principal contrabando que sufríamos.

La verdadera razón de ello hay que recordar que se debía a que entonces existía otro Cuerpo que tenía encomendada prioritariamente la persecución del contrabando, como era el de Carabineros del Reino. Encuadrado en el Ejército, y por lo tanto también de naturaleza militar como la Guardia Civil, dependía para el servicio del Ministerio de Hacienda. Disponía en la provincia de Cádiz, de una muy considerable fuerza en proporción a la incipiente Benemérita.

Por aquel entonces había en la provincia de Cádiz, con cabecera en su capital, una sola Comandancia de Carabineros, para la vigilancia de la primera línea de costa y segunda línea de interior. Quedaban entonces más de tres décadas para crearse la Comandancia de Algeciras. Estaba integrada en enero de 1845, según la obra de Madoz, por un comandante 1º, un comandante 2º, 6 capitanes, 14 tenientes, 15 subtenientes, 6 sargentos 1º, 35 sargentos 2º, 35 cabos 1º, 617 carabineros de infantería y 136 de caballería, mientras que para la vigilancia y resguardo en los puertos, disponían de 12 cabos patrones y 98 carabineros de mar.

Es decir, un total de 976 hombres, lo cual suponía prácticamente multiplicar por siete la plantilla que tenía entonces la Guardia Civil. Y todo ello sin contabilizarse el personal del denominado Resguardo Marítimo, ajeno a Carabineros, encargado de perseguir el contrabando en la mar y que contaba con un vapor, 2 bergantines, 13 faluchos y 12 barquillas, con la consiguiente dotación de oficiales de la Armada, patrones y demás operarios que a cada buque correspondían. El mando correspondía entonces a un “comandante de división”, cuya autoridad se extendía por las provincias de Cádiz, Huelva y Málaga

Jeús N. Núñez Calvo

Coronel (R) Guardia Civil y Doctor en Historia