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Imagen de archivo Guardia Civil Tráfico

Una conductora que iba en estado ebrio deberá indemnizar con 3.000 euros el haberse enfrentado a un guardia civil porque no quería hacerse la prueba de alcoholemia. 

Además llegó a insultar, golpear y escupir a un agente; hechos que le han valido una condena por un delito de atentado. Además de la indemnización de 3000 €, decretada por el juzgado de lo Penal 2 de Sevillase le han impuesto seis meses de prisión.

Los hechos ocurrieron el 7 de junio del año pasado. Según reza en el capítulo de hechos probado de la sentencia, la conductora circulaba ese día por el cascourbano de Alcalá del Río y bajo la influencia del alcohol. Estuvo a punto de chocar con dos coches que estaban aparcados. 

Los hechos los presenció una patrulla de la Guardia Civil, que al comprobar el estado en el que estaba la mujer, le comunicaron que debía someterse a la prueba de alcoholemia. Arrojó una tasa de 1,91 mg/l (casi ocho veces la tasa máxima) y al ser informada de que debía realizarse una segunda prueba, se negó en rotundo y empezó a golpear a uno de los guardias, además de insultarle y escupirle.

El caso se inició en los juzgados como diligencias urgentes sin ofrecimiento de las acciones al agente, fijándose una indemnización de 120 euros en función del parte sanitario que presentó el funcionario agredido que acudió a un centro sanitario.

El letrado que representaba al agente solicitó un incidente de nulidad que fue admitido y el asunto se reinició en los juzgados, que acabó tramitándose por un delito de atentado.

La sentencia de 3.000 euros y seis meses de prisión fue acatada por la procesada tras llegar a un acuerdo con las acusaciones y ya es firme.

ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL "FIEL en el DEBER"