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ROSA

En 1987 se convocó por primera -y única- vez en la historia, pruebas selectivas de acceso libre para cubrir 69 plazas de matronas de la Guardia Civil.

El procedimiento de selección de las aspirantes constaba de dos fases. Una de concurso donde se valoraban sus méritos académicos y profesionales, y la otra, de oposición, en la que debían superarse un reconocimiento médico, una prueba psicotécnica y otra de carácter cultural constituida a su vez por cinco ejercicios escritos sobre la Constitución de 1978, matemáticas, lenguaje, ciencias naturales y sociales.

Sabadell 2El éxito de la convocatoria fue absoluto pues se presentaron más de 4.200 instancias, es decir, más de 60 aspirantes por plaza. Los exámenes se realizaron en octubre y el nivel académico de las que ingresaron fue muy alto, encontrándose entre ellas 16 licenciadas universitarias y 20 diplomadas en magisterio. El resto tenían titulación mínima de bachiller o formación profesional.

Tras un mes de formación en la ya desaparecida Academia del Servicio Fiscal de la Guardia Civil, ubicada en la localidad barcelonesa de Sabadell, recibieron sus nombramientos el 18 de diciembre de 1987. Su programa de estudios se centró principalmente en el estudio de la legislación penal y aduanera en materia de contrabando y drogas.

Hoy entrevistamos a ROSA MARIA RIOS CASTELLANOS, una de aquellas 69 matronas diplomadas de la Guardia Civil, y esto es lo que nos ha contado:

¿Cómo se enteró de la convocatoria de matronas para la Guardia Civil? y ¿Por qué se presentó a la oposición?

Me casé en el año 1986 y, como mi marido era militar destinado en Barcelona, me fui a vivir allí. Su tío que era Brigada de la Guardia Civil en el aeropuerto, fue el que me indicó que había salido esta oposición y que no perdía nada presentándome.

Fui estudiante hasta el año 1985 donde me saqué la Licenciatura de Geografía e Historia. Fueron años muy difíciles para conseguir trabajo y, estando en Barcelona empecé a prepararme todo tipo de oposiciones (juzgados, telefónica) cruzándose, en mi vida ésta de la Guardia Civil.

¿Estaba vinculada de alguna forma con la Guardia Civil antes de ser matrona?

No, yo no tenía a nadie a excepción de mi suegro y como iba de visita familiar (ya que vivían en Córdoba) no se hablaba de nada o casi nada de la profesión. Actualmente si estoy casada con un Guardia Civil.

¿Qué pensó su entorno familiar cuando les comunicó que iba a pertenecer de alguna forma a la Guardia Civil?

Me apoyaron desde el primer momento ya que tanto mi hermano como mi cuñado y ex marido eran militares. Ellos ya conocían el ambiente militar (mi madre fue la más temerosa por los atentados y mi padre, la única pega, fue la lejanía del destino, La Jonquera (Girona).

CapturaHasta ese momento, las matronas eran viudas o huérfanas del Cuerpo, ¿Qué requisitos les pidieron a ustedes para el ingreso?

Se adjunta la Resolución donde se ven las normas de acceso pero, prácticamente son las mismas que en cualquier oposición. Puede que lo más llamativo fuera “acreditar buena conducta”, que en otras oposiciones no lo ponían.

El Brigada, tío de mi ex marido, me facilitó el famoso libro azul (con el que se examinaban todos los Guardias Civiles) y ése fue el temario que me estudié (recuerdo que me lo aprendí casi de memoria).

¿Sabía en qué consistía el trabajo de matrona de la Guardia Civil, cuando decidió serlo?

Realmente no, pero ya se suponía que era un trabajo de registro del personal femenino. Yo no sabía ni lo que era la Guardia Civil.

Su formación se realizó en la Academia de Fiscal de Sabadell ¿Qué es lo que recuerda de su paso por la Academia?

Recuerdo los madrugones (yo vivía en Barcelona en un pabellón militar y tenía que coger el metro muy temprano); la competitividad para sacar la mejor nota (para elegir buen destino); la amistad con mis compañeras; la formación militar acelerada para enseñarnos lo básico del Cuerpo; la decepción de las vacantes (solo dos plazas para Madrid y casi todas éramos madrileñas); los profesores, algunos de ellos muy, muy agradables. En general, mucho estudio, pero lo recuerdo con agrado.

¿Había alguna matrona de las que no eran de oposición en la Academia para supervisarlas?

Si, había dos que nos supervisaban. Yo no tenía mucha relación con ellas porque me iba a mi casa todos los días pero, las que se quedaban en Sabadell tuvieron mucho contacto con ellas. Creo que no fuimos muy revoltosas ni malas chicas.

¿Qué tipo de régimen, externo o interno tenían durante el curso?

Régimen externo. Yo iba a Barcelona pero la gran mayoría cogieron pisos y hostales cercanos a la Academia. Dentro de la Academia no había sitio; estaban los Guardias haciendo el curso fiscal.

ENTREGA DESPACHO 001¿Estaban las instalaciones de la Academia preparadas para acoger a mujeres? ¿Cómo eran estas instalaciones? ¿Compartieron instalaciones con guardias civiles que estuviesen realizando el curso de Fiscal en ese mismo momento?

La Academia era muy vieja en sus instalaciones y no, no estaba acondicionada para más personal. Se habilitaron una sala para dejar las cosas personales (con taquillas), una clase y servicios para mujeres. Comíamos todos juntos (Guardias y matronas) en el comedor. Todo se veía anticuado.

Los Guardias iban por tres meses a realizar el curso Fiscal (el mismo que nos dieron a nosotras en un mes, más la teoría militar). No coincidíamos nada más que en el comedor y algunos ratillos en el patio (recuerdo lo que nos costaba saludar militarmente y nuestros mandos nos animaban a hacerlo constantemente).

¿Recuerda su primer destino, y su primer día de trabajo? Nos puede contar como fue ese primer día

Empecé a trabajar el día 12 de enero de 1988 en la aduana de la N-II de La Jonquera. Llegamos el día 8 de enero (habiendo sido publicadas el 31 de diciembre de 1987) para las presentaciones en la Comandancia, el nombramiento de los destinos (fuimos 5 a Girona), las funciones a realizar y la adjudicación del pabellón.

Comencé a las 8 de la mañana. El servicio estaba ya cubierto con dos Guardias (empezaban a las 06,00 horas). El recibimiento fue fantástico: me preguntaron de todo, de toda mi vida. Fue muy agradable y se me pasó volando. La sorpresa fue cuando salió el Oficial a vigilar (todo era novedad para mi) y habló con el jefe de pareja diciéndole que no solo estaba allí para el reconocimiento del personal femenino sino también, para mirar coches y coger contrabando, como un Guardia Más. Recuerdo la vuelta a la normalidad del trabajo de los Guardias (estaban más tensos con los Jefes), los paseos a tomar un café, las presentaciones a los Agentes de Aduana. Todo era nuevo y yo era la “novedad”.

¿Cómo era la uniformidad de las matronas?

La uniformidad era como la de los Guardias Civiles pero con falda y zapatos. De hecho, no había prenda de abrigo y tuve que ir al pueblo a comprarme un anorak reversible en color azul y verde que era el que utilizaban los Guardias. Más tarde, me dieron (prestaron más bien) un chaquetón del Cuerpo, el cual tendría que devolver.

¿Coincidieron trabajando con las matronas antiguas? y ¿con mujeres guardias civiles?

Con mi compañera de promoción, Chelo y con mi antigua matrona (que era viuda), Rosario, las tres no coincidíamos nunca a la hora de hacer servicios. Se cubrían con nosotras los tres puntos de acceso a la aduana (N-II por las mañanas; A-7 por las mañanas y N-II por la tarde). Con las Guardias Civiles coincidíamos según el servicio nombrado pero no había ningún problema. Todos hacíamos lo mismo.

¿Alguna anécdota que recuerde que nos pueda contar durante el tiempo en que ejerció su trabajo?

Recuerdo el enorme frio que hacía en invierno y, sobre todo cuando soplaba la tramontana. Nos poníamos leotardos y botas para calmar ese frio pero, como no era reglamentario, nos lo teníamos que quitar cuando venían de vigilancia o a revistar (llevábamos los zapatos escondidos en una bolsa).

Otra, es ir a las Academias diarias a escuchar normas y preceptos que no nos interesaban. Pero como teníamos esa ambigüedad entre funcionarios y Guardias, los mandos tampoco sabían a qué atenerse.

Cuando me quedé embarazada (febrero del 89) y la falda no dio más de sí, el oficial no sabía qué tenía que hacer conmigo en cuestión de vestuario y servicios. Se resolvió vistiendo de calle y trabajando en la Aduana, en una sala llena de cámaras para vigilancia (o sea, quitándome de en medio).

Tras el paso de los años y si tuviese oportunidad ¿Volvería a ser matrona?carnet de matrona

No; directamente intentaría ir a Guardia Civil. En la actualidad, en mi opinión no tiene razón de ser la figura de la matrona.

Tras ese primer curso, justo al año siguiente, la Guardia Civil incorporó la primera promoción de mujeres guardias civiles, ¿Cómo vivió ese momento?

Debido al sitio donde estaba destinada donde cada año llegaban muchísimos Guardias a suplir a los que subían al Norte, las chicas que llegaban eran nuevos compañeros para trabajar. Fue repetir, como cada año, hablar de sus antecedentes: de dónde venían, su familia… vamos como yo cuando llegué.

¿Qué sucedió con las matronas cuando las mujeres guardias civiles ingresaron en la Guardia Civil?

Que seguíamos trabajando igual porque suplíamos a un Guardia. Con el paso del tiempo dejamos de subir a la Aduana y nos quedábamos de retén en el Cuartel (yo ayudaba al Puesto en papeleo).

¿Les ofrecieron continuar en el Cuerpo? ¿Actualmente sigue vinculada con la Guardia Civil? ¿Conoce alguna compañera que ingresó como guardia civil?

Creo que ninguna de las 69 ingresó como Guardia ya que la opción que nos dieron fue hacer oposición como uno más de la calle, aprobar y luego reconocer los servicios prestados como matrona. Creo que todas renunciamos a ello porque ya estábamos dentro de la Administración (fuimos una experiencia piloto a la primera promoción). En el año 2000 nos hicieron funcionarias y lo único que nos concedieron fue poder elegir el sitio de destino. Yo elegí Figueres que era donde tenía mi casa y el colegio de mi hijo. Y allí, en el Puesto, hacía funciones administrativas: papelero, pauta, grabaciones en SIGO, ir a correos, cuadrantes de vacaciones; casi todo menos nombrar servicios ya que había escasez de personal y los Guardias estaban en la calle haciendo patrullas. Fue cómodo pero aburrido;  hace cinco años decidí dar el salto a Madrid. Llevo camino de 36 años trabajando en Guardia Civil

¿Se sienten las grandes olvidadas de la Guardia Civil en este año que se celebra el XXXV Aniversario del ingreso de la mujer en el Cuerpo?

Si. De hecho, muchos Guardias no saben de nuestra promoción, ni nada de nuestra historia. Cuando hice el concurso de traslados (hablamos del año 2017), no entendía por qué dentro de los méritos no se podía incluir todo lo conseguido en Guardia Civil (había compañeras que incluso tenían medallas. Daría puntos).

 Sigo sin comprender que no se valore nuestra constancia y nuestro afán de no querer cambiar a otro Ministerio.

Puedo decir que trabajo muy bien en Guardia Civil. He aprendido a saber lo que es el compañerismo y la amistad (tengo amigos en toda España).

Claro que ha habido días malos (como en todos los trabajos), pero me quedo con lo mejor y con la pena de no haber sido valorada ni reconocida nuestra figura.