
La impronta que el Duque de Ahumada imprimió a la Guardia Civil en el momento de su fundación fue vital para forjar su perdurabilidad en el tiempo y son los valores que el propio Ahumada quiso para los hombres que iban a formar parte de esta Institución los que imprimieron su carácter y su esencia.
Es por esa impronta, por esos valores, que en la Guardia Civil representan su verdadera esencia, por lo que sigue siendo la Institución más querida y valorada por los españoles y la más admirada por otros cuerpos policiales. La Guardia Civil gracias a sus valores es atemporal, no sucumbe a las modas políticas de cada momento y se ha mostrado durante 178 años totalmente independiente del curso del tiempo, preservando su propia idiosincrasia y su verdadera forma de ser.
Hoy vivimos en una sociedad donde los valores escasean, donde todo da igual, donde en muchas ocasiones vemos como la propia sociedad, reflejo de una época de desaliento, de desencanto, de promesas incumplidas, de falta de un horizonte claro, se encoge simplemente de hombros, y en este escenario descubrimos a los iluminados, seres que carentes de valores y de principios creen que los valores que son esencia de la Guardia Civil están obsoletos, no se entiende que desde la política, donde ni los principios ni los valores son importantes y donde la mentira está institucionalizada, se ha intentado que la Guardia Civil, los guardias civiles renuncien a su neutralidad política, que infrinjan su propio código ético, que infrinjan las leyes y cuando no lo han conseguido han arremetio contra la Institución y contra quienes dentro de la Guardia Civil se han mantenido firmes en el cometido de sus funciones, cesándolos, y después de los intentos frustrados de políticos mediocres se ha querido dar lecciones a la Guardia Civil o simplemente llegas a cuestionar si los valores que mantienen los miembros de la Institución y de los que carecen algunos de nuestros políticos, están o son obsoletos.
Intentar desacreditar a la Guardia Civil, desacreditando los valores por los que se la conoce, intentar que se salte las normas o que infrinja las leyes, es ruin incluso hasta para los políticos y demuestra que quienes se dedican a intentarlo, ignoran lo más elemental, el hecho de que los valores son importantes por lo que significan y por lo que representan y nunca por lo que alguien opine de ellos.
Los valores son pensamientos, son conceptos, son ideas, pero sobre todo es comportamiento, una persona vale lo que valen sus valores, y cualquier institución vale lo que valen las personas que la integran, por eso los políticos no son siempre tan queridos.
Cuando llegamos a la Guardia Civil, una Institución que durante 178 años ha venido manteniendo principios y unos valores claros, asumidos y conocidos por todos, asumimos de forma implícita, aceptamos y ponemos en práctica esos valores, porque simplemente es lo que se espera de nosotros y lo que se espera de la Guardia Civil, esos valores son la razón de ser, el propósito para la que fue creada, son sus objetivos, es su pasado, su presente y es su proyección de futuro, unos valores que en la Guardia Civil se muestran en el trabajo diario de la mayoría de los hombres y mujeres que la integran. Son valores por tanto, que reflejan la propia personalidad, son la expresión del tono moral y social de todos y cada uno de los integrantes de la Guardia Civil, pero además esos valores son auténticos principios con los que se vive y se trabaja y son fuente de satisfacción y plenitud, tanto para los propios guardias civiles como para la gran mayoría de los españoles.
Que alguien decida, desde un sillón del Gobierno, desde cualquier partido político del color que sea, y asuma como propia aquella frase de Groucho Marx, “Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros”, intentando que los guardias civiles renuncien a los suyos suupone pervertir la esencia misma de la Guardia Civil.
Nunca estarán obsoletos valores como solidaridad, fidelidad, responsabilidad, justicia, austeridad, altruismo, confianza, generosidad, dignidad, diligencia, disponibilidad, eficacia, elegancia, entusiasmo, esfuerzo, carácter, éxito, firmeza, heroicidad, honradez, humanidad, identidad, ilusión, modestia, moral, obediencia, orden, paciencia, respeto, tolerancia, trabajo, valentía, verdad, voluntad o sacrificio.
La Guardia Civil desde su fundación viene encarnando todos esos valores, y durante 178 años los ha ido perfeccionando, haciendo de ellos una verdadera virtud, que no es otra cosa que la disposición permanente a comprometerse con la sociedad, esos valores son los que asumen los guardias civiles como propios y no solo en su vida profesional. Y son esos valores que muchos hemos asumid, son los que nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos profesionales o personales, los que reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes, los que representan nuestros sueños y aspiraciones, pero sobre todo nuestros ideales.
Estos valores que para alguno hoy están obsoletos, son los que dan lugar a actitudes y conductas concretas, que llevan a los guardias civiles a mostrar esa cualidad y esa disposición conocida y apreciada de actuar en cualquier momento sin importarles el riesgo, de acuerdo con sus valores y sus principios.
Quien pone en duda estos valores, quien intenta pervertir la propia esencia del Cuerpo, puede que en realidad le molesten esas convicciones, esos sentimientos, esos propósitos, esos ideales, porque simplemente carezca de ellos, o porque esté endeudado con quienes odian a la Guardia Civil por lo que representa, la garantía de la ley y el orden constitucional, la defensa de la integridad territorial, frente a quienes quieren romper la estabilidad y la seguridad nacional, frente a quienes quieren estar por encima de la Constitución, de la Ley o del propio Estado, quizás el problema que tiene es que carece de las dos facultades superiores del ser humano, la inteligencia y la voluntad, la inteligencia para comportarse de forma sensata y guiarse por la razón en lugar de por el capricho, no pudiendo por tanto entender lo que está bien de lo que no lo está, y de la voluntad para poder al menos, elegir y priorizar los valores más importantes por los que guiarse durante todas las etapas de su vida.
Antonio Mancera Cárdenas,
Guardia civil retirado en acto de servicio
Miembro de la Asocición de Escritores Militares Españoles (AEME)









































































