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 hervás

Es difícil saber lo  que va a suceder en el futuro, aunque varias cosas están claras con este puñetero virus: posee una capacidad mutante muy elevada, afortunadamente yendo hacia una menor agresividad, aunque esto va a depender de varios factores:

     - Estado inmunitario de la población y del individuo infectado.       

Es así que resulta más fácil para el virus adherirse a una persona inmunodeprimida que a otra persona con su sistema inmune en condiciones. También influye el crecimiento de la inmunidad en la población, debido a las terapias génicas preventivas (mal llamadas vacunas) que cuanta más población abarquen, menor afectación  se producirá a causa del virus. Personalmente carezco de pruebas para descartar por completo que este virus no haya  sido creado artificialmente y por algún motivo ha “escapado” del laboratorio. Los chinos no permiten hacer estudios de  comprobación “in situ”. Ojalá  y sea un presentimiento injustificado, pero no nos dejan comprobarlo.       

     - La sensatez de las autoridades sanitarias y de la población.  

No se puede decir “hoy me protejo, mañana no, pasado sí y al otro yo qué sé”. Cuando se haya  padecido la enfermedad, conviene estar una temporada usando mascarilla y evitando lugares donde no exista distancia ni ventilación suficiente. Muy importante es no andar de besuqueo constante con los niños ajenos, pues son los mayores transmisores del virus, ya que carecen de sintomatología, salvo raras excepciones. Así es que cada cual con sus niños. Tampoco se deben promocionar ni consentir los llamados “grupos antivacuna”, porque no saben lo que se dicen ni mucho menos el por qué lo dicen. En primer lugar, porque no son vacunas, sino tratamientos preventivos basados en lagenética del virus, que ni dañan el ADN ni tienen más efectos secundarios que un contagio de la Covid.         

Las tonterías con intención de hacerse famosos o medrar; el régimen del miedo no es un buen  consejero, ni mucho menos. También, en segundo lugar, porque no son malos estos enfoques terapéuticos. El control de la molécula de ADN es fundamental para la salud en cualquier proceso infeccioso o tumoral, porque es una molécula poco conocida, que solamente hace poco tiempo acaba de terminar de secuenciarse. Y las posibilidades son casi infinitas cuando verdaderamente conozcamos sus valores y debilidades, momento que se va acercando cada vez más debido al progreso de los sistemas de inteligencia artificial. Por eso, lo que tienen que hacer las autoridades es promover y costear la investigación al respecto, con ayudas económicas y bajada de impuestos a los procesos de investigación.       

     - El clima y las circunstancias colaterales de contaminación y enfermedad.         

Hemos de procurar contaminar lo menos posible, aunque sin histerias, porque no vas a morir de hambre o frio por no contaminar. También es muy conveniente modificar las terapias anticancerosas en cuanto se pueda, procurando evitar  –en la medida de lo posible–  los fármacos inmunosupresores y sustituirlos por fármacos de control de la expresión genética.  La molécula de ADN consta de dos partes:  los exones (15%) que son los genes, los que codifican y  crean proteínas,  y los intrones (85%) a los que se consideraba “basura genética”, cuando en realidad es una biblioteca magnífica que utilizan los exones para reparar sus daños. Pero a veces se cometen errores (muy pocas veces) y ahí es donde surgen los tumores cancerígenos o de cualquier tipo. El día que se puedan diagnosticar esos errores, habremos dado un paso de gigante para poderlos solucionar de una forma eficiente y eficaz. Vuelvo al tema de la investigación. Menos dinero en tonterías políticas o sexialeatorias y mucho más en cosas serias: investigación genética.     

Yo tengo la impresión de que tendremos endemia de Covid para varios años y que irán mejorando las terapias genéticas o génicas cada vez más, pero si no invertimos en la investigación de ellas, nos estamos suicidando. Valga eso para los que rechazan la “vacunación”, los del soporte económico de LGTBi, los Sindicatos y grupos políticos, etc.  Aquí se “afana” demasiado.

Por último, me gustaría hacer una reflexión sobre la Guardia Civil. Creo sinceramente que, hoy por hoy, las parejas que se desplacen en un medio cerrado (automóvil, furgoneta…) deben usar mascarilla FFP2 cuando estén dentro del vehículo. Incluyo también  aviones, helicópteros cerrados, barcos de vigilancia costera, etc. Nada de mascarillas quirúrgicas. De su salud dependemos todos y creo que las autoridades tienen la primordial obligación de proteger a su gente, que también es nuestra gente. No estaría de más tampoco el dar cursillos de actualización a través de internet y no necesariamente presenciales, para lo cual han de proporcionar a los cuarteles los medios informáticos mínimos necesarios: tablets y móviles. Volvemos a la pésima gestión económica que padecemos.           

Las características de la uniformidad han de adaptarse a las circunstancias que vivimos, como suele hacerse en la mayoría de los casos, pero no en todos, por desgracia.              

También es muy importante el control de fronteras. Lo de menos es que vengan muchos con la cara más dura que el cemento, en detrimento de otros que verdaderamente lo necesitan. Lo peor es que vienen contagiando muchas veces, con lo cual requieren un aislamiento especial en centros que no existen y hay que crear. Lo sensato es hacer una prueba de antígenos a todos los extranjeros que entren en forma irregular, someterlos a un aislamiento preventivo de dos semanas y repetir la prueba al finalizar del período de esas dos semanas.  Muy sencillo: prueba uno negativa y dos negativa, adelante; prueba uno positiva y dos negativa, adelante; prueba uno positiva, tratamiento médico con cargo a su subsidio y cuando cure, adelante, con la reducción pertinente del subsidio por el tratamiento y un comedor social; prueba dos positiva, idem eadem idem.

En fin, que aquí no se gasta apenas nada en nuestra prevención de salud. Lo malo es que cualquier día les puede tocar a una de nuestras autoridades. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, como dicen las Sagradas Escrituras.             

En fin, feliz Pascua para todos y que Dios nos proteja, aunque dudo mucho de que lo merezcamos, pero Él es infinitamente misericordioso.

Confiemos en ello.   

Francisco Hervás Maldonado

Coronel Médico (r)

 Ex-Jefe de Servicio de Microbiología Clínica