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Fernando Vaquero

Tribuna Benemérita ha entrevistado a Fernando José Vaquero Oroquieta, funcionario de prisiones y autor de un nuevo título centrado en el terrorismo que ha sufrido España en las últimas décadas por parte de la banda terrorista ETA y sus ramificaciones sociales, culturales y políticas, cuyas secuelas continúan alcanzándonos dolorosamente. De modo harto significativo lo ha titulado "De ETA a EH Bildu. Las pieles de la serpiente".

Vaquero Oroquieta nació en Pamplona en 1961, donde ha trabajado toda su carrera profesional –va para 37 años- como funcionario de prisiones. Es autor de varios libros (La ruta del odio. 100 respuestas clave sobre el terrorismo, ediciones de 2010 y 2021; De Navarra a Nafarroa. La otra conquista, 2019; La constelación masónica, 2020; Biografía no autorizada del PNV, 2022). Es columnista en el digital La Tribuna del País Vasco y ha sido colaborador de diversas entidades culturales y sociopolíticas, entre otras, Ediciones Pompaelo.

Este es el resultado de nuestro encuentro.

Portada De ETA a EH Bildu. Las pieles de la serpienteDe ETA a EH Bildu. Las pieles de la serpiente ¿Cómo surgió este nuevo libro?

Como navarro y español preocupado por el destino de mi patria chica, mi patria grande, de sus gentes y de su patrimonio moral, cultural, histórico y político, hace unos años decidí estudiar a fondo el empeño del nacionalismo vasco, desde sus orígenes a finales del siglo XIX, por arrastrar a Navarra en su proyecto rupturista de España. El resultado lógico de esta investigación era tres focos distintos, pero del todo interrelaciones: el PNV, ETA y su izquierda abertzale y la persistente acción del nacionalismo contra la realidad histórica y naturaleza diversa o plural de Navarra. De ahí tres volúmenes que, si Dios quiere, culminaremos en 2024 con el dedicado a Navarra.

Según vemos, se trata de la segunda parte de su proyecto El nacionalismo vasco y Navarra. ¿Cuál es su objetivo?

El más genérico como principal es intentar desvelar las razones ideológicas, pseudohistoricistas y sentimentales sobre las que se asienta el voluntarismo de deriva totalitaria y en sus consecuencias deshumanizadoras y pertenencia sectaria, de los diversos nacionalismos vascos. Una labor, desde la modestia de nuestro observatorio, de deconstrucción de sus ingredientes presentados como sagrados, intocables, incuestionables, superiores y míticos y que, en suma, son coartadas de una voluntad ideológica de ejercicio de poder tiránico.

¿Estamos hablando de la misma la serpiente que asesinaba en los años 70 y 80?

Por supuesto. Muy pronto, los activistas de ETA en la clandestinidad empezaron a portar armas cortas, optaron por la “lucha armada” y empezaron, tras numerosos atentados con bombas, a matar. Tanto a nivel estratégico –objetivos últimos- como tácticos –intermedios-, ETA y EH Bildu es la misma criatura con reparto parcial de máscaras y papeles. Cambia de piel a conveniencia de su naturaleza y situación histórica; sus numerosas crías nunca se despegan de la madre y se movilizan siempre en conjunción de fuerzas e intereses comunes. Sin ETA, EH Bildu es incomprensible. Sin EH Bildu, el proyecto de ETA estaría truncado y anegado.

Entonces, ¿es la historia de ETA y de su actual protagonismo político?

Lo ha resumido muy bien. Los objetivos intermedios y finales de ETA siempre estuvieron inspirados por un programa político concreto y una ideología política: el nacionalismo-revolucionario de liberación, con tintes marxistas-leninistas. Sus horrendos crímenes siempre se presentaron con una finalidad política que trascendía los intereses personales de los propios terroristas. Pero ello no significa que fueran “delitos políticos”. A ETA no se ha le combatido desde el Estado por sus opiniones, sino por el amplio espectro de delitos tipificados en el Código Penal que conculcó sistemática y brutalmente, sin límites morales, ni respeto humano alguno hacia el sufrimiento de sus víctimas. Ahora ETA ya no mata, efectivamente, pero esa misma gente continúa avanzando en las vías políticas con la misma voluntad de victoria de siempre, espoleados por el odio irracional que sienten por España y los españoles, que transmiten de generación en generación con la aquiescencia de los nacionalistas “moderaditos” del PNV y otros “tontos útiles”, en terminología marxista, de la coalición de EH Bildu.

Portada Biografía no autorizada del PNVETA nace en las juventudes del PNV, y degenera en el totalitarismo del movimiento abertzale ¿Cómo ha sido ese camino?

Un camino cargado de hipermilitancia hasta el sacrificio personal, odio hacia lo ajeno, radicalización constante, construcción simbólica y mítica, extrema atención a la mentalidad predominante en el Occidente progresista…, lo que explica su anticipación y secuestro del ecologismo y del feminismo radical en Vascongadas y Navarra. Sin el PNV, Ekin no habría existido. Sin Ekin, aquel primero grupo de estudiantes de 1952 que entendía que había que “rearmar” social y políticamente al nacionalismo vasco derrotado en la Guerra Civil y acomodado a modo burgués al franquismo, ETA no habría alcanzado ni una base social, ni mitos fundadores (el ejército gudari de la Guerra Civil y el Gobierno Vasco de José Antonio Aguirre y Lecube). En ese camino, su inicial vinculación familiar al catolicismo fue rápidamente descartado, optaron por las vías que entendieron eran más rápidas y efectivas (el terrorismo, mínima inversión, máximos beneficios), elaboraron una doctrina muy ideologizada acorde a los nuevos tiempos, construyeron o reforzaron estructuras lingüísticas con el objetivo de diferenciarse al máximo del resto de los españoles, construyeron una comunidad identitaria a modo de contrasociedad alternativa. Un camino jalonado de voluntarismo extremo, carencia de escrúpulos, cultivo y transmisión del odio y del victimismo.

Actualmente se intenta blanquear a ETA desde distintos ámbitos políticos y sociales. Como sociedad, ¿deberíamos olvidar los crímenes de ETA?

¡¡JAMÁS!!. Se lo debemos a las víctimas y a nuestra sociedad, a nuestros hijos, si queremos que una sana convivencia se sustente en bases éticas. No podemos afrontar el presente y el futuro de nuestra convivencia española con paréntesis, lagunas, mentiras, insultos y distorsiones. Es un elemental servicio a la verdad.

Diferentes gobiernos y formaciones políticas se disputan el haber vencido a ETA. Según usted, ¿a ETA la vence la política o la acción policial?

Sin duda, la acción policial. No obstante, en los últimos años de esta lucha ejemplar se empezaron a dar importantes pasos políticos para desmantelar y deconstruir las estructuras criminales del nacionalismo vasco. Pero el cortoplacismo de las políticas gubernamentales posteriores, sustentadas por partidos políticos que tienden a ir a lo fácil y al rendimiento inmediato en la gestión de la cosa pública, han frustrado un triunfo político, cuya constatación sería un relato inequívoco de la gesta de la sociedad española y de algunas colectividades en particular, caso de la Guardia Civil, en su lucha frente a las prácticas mafiosas y los comportamientos sectarios de ETA, de sus colaboradores y de sus apologistas.

¿Cree que ETA ha ganado el relato político?

Portada La ruta del odio 2ª ediciónR.: Están en ello. Son firmes y despiadados. La dirigente de Sortu Maddalen Iriarte, durante muchos años el rastro más conocido de los noticieros de ETB, afirmó en 2021 que “El daño causado por ETA está reconocido; que fuese o no injusto dependen de cada relato”. Esa presunta y cínica equidistancia, a la que se inclinan por razones diversas muchos políticos y opinadores –que van desde la simpatía encubierta a la comodidad, o el pretender situarse hipócritamente por encima del bien y de mal-, facilita que avancen en esta batalla por el corazón y las mentes de vascos, navarros y los demás españoles. Pero para que ese relato deformado no triunfe es precisa la activación de las fuerzas morales de la ciudadanía mediante un esfuerzo de verdaderas pedagogía democrática y memoria histórica sin complejos ni renuncias.

ETA y EH Bildu ¿Qué diferencia ideológica hay entre el grupo terrorista y la formación política?

A nivel ideológico, ninguna: independencia, socialismo, construcción nacional, euskaldunización. Siempre han mantenido el mismo programa, salvo matices coyunturales. La alternativa KAS, la ponencia Oldartzen de Herri Batasuna o el programa actual de Sortu, responden al mismo motor ideológico. No se han movido. De ahí que Arnaldo Otegi reclame al conjunto de izquierdas españolas una España rota antes que roja. Tacticismo con miras a los objetivos finales. Misma estrategia, misma ideología, distintas tácticas.

¿Cuál es la razón de que ETA haya podido mantener su ideario político hasta hoy?

Son varias. En primer lugar, un voluntarismo mesiánico de práctica sectaria y totalitaria. En segundo lugar, cabalgar al albur de diversas corrientes ideológicas de moda en el Occidente progresista: los movimientos de liberación nacional en los 70, el euroterrorismo en los 90, el ecologismo y el feminismo radical… Y un oportunismo sin escrúpulos al servirse de cuanta laguna legal, quiebra normativa o resquicio administrativo le permitiera crecer en estructuras y ámbitos de influencia, tanto a nivel administraciones públicas, como social, de la construcción de una comunidad militante de sentido y vivencia de 24 horas al día 7 días a la semana, etc. Trabajo: mucho trabajo, mucho odio y mucha crueldad. También deberíamos mencionar la incomparecencia del Estado en múltiples dimensiones -cuya prueba es su pasividad ante la prescripción de miles de atentados de ETA y de más de 300 de sus asesinatos-, la pasividad generalizada de la sociedad española, el cortoplacismo de la clase política española, las complicidades de no pocos intelectuales y opinadores… Los terroristas no eran unos supermanes, ciertamente, pero también se beneficiaron de las carencias de sus adversarios a quienes declaró enemigos sin apelación posible.

¿Cree que EH Bildu se ha integrado realmente en el juego democrático o simplemente es el brazo político de ETA?

Desde una perspectiva estratégica, y tratando de comprender su propio lenguaje, bien puede afirmarse que ETA y Bildu no han renunciado a ninguno de sus objetivos finales. Los han amoldado a nivel táctico, de modo que al ser derrotados en la batalla terrorista gracias a la progresiva eficacia y al sacrificio de las policías españolas, y más observando que el terrorismo perdía cualquier prestigio en el Occidente desarrollado, renunciaron tácticamente a la que llamaban lucha armada, es decir, el terrorismo, con la esperanza en que los mecanismos del régimen democrático español y su crisis de identidad, les permitiera avanzar en la “construcción nacional” por “vías democráticas”. No olvidemos que la misma palabra democracia no tiene el mismo significado e implicación para un nacionalista revolucionario que para un ciudadano normal de una sociedad avanzada. Para el nacionalista radical, democrático únicamente será lo que le aproxime a la consecución de la independencia en un marco de “socialismo del siglo XXI”. Cese del terrorismo, sí, pero únicamente por que no se dan las condiciones objetivas y subjetivas necesarias para continuar desplegándolo con expectativas éxito.

En países de nuestro entorno partidos como EH Bildu no tendrían cabida en los Parlamentos nacionales ¿Deben tomarse medidas para la ilegalización de estos partidos?

Sí, esa es la tónica general, con la excepción del Sinn Fein en las dos Irlandas. Por cierto, Sinn Fein y Sortu son muy amigos, se apoyan y se observan recíprocamente. Por algo será. En Alemania, acaso un de los modelos más robustos de democracia avanzada, un partido como Sortu sería inimaginable. Al final, es cuestión de voluntad política, de un buen nivel de consenso social, y de valor personal y colectivo.

¿Qué consecuencias tiene para España pactar con independentistas y separatistas radicales? ¿Y para Navarra?

Sin duda, si los independentistas pactan con “otras fuerzas de progreso”, lo hacen porque obtienen beneficios, a saber: más financiación, más visibilidad, más “respetabilidad”, más control de los medios de televisión y de la educación, la eliminación de símbolos españoles en sus territorios, el debilitamiento de la presencia estatal central, una progresión en la creación de la contrasociedad independentista anticipo de la nación en ciernes… Volviendo a lo dicho por Otegi, todo lo que refuerce al independentismo, debilita a España.

Por lo que se refiere a Navarra, esos pactos implican una penetración progresiva y acelerada de la mentalidad nacionalista como algo inevitable que facilite en no muchos años una incorporación de Navarra en la Comunidad Autónoma Vasca, premisa ineludible en la creación de una nación vasca, ya sea por la vía constitucional de la Disposición Transitoria Cuarta o por las que puedan pergeñarse en un futuro en ese proyecto de España confederal y plurinacional que algunos empiezan a dibujar como pago a los favores de los independentistas.

¿Cómo afecta la presencia de EH Bildu en el Congreso, en el País Vasco y en Navarra?

Mientras se han mantenido en la oposición, siempre han actuado con los mismos objetivos: la “construcción nacional” en la sociedad de ambas comunidades y en las propias administraciones, la imposición de una nueva “mentalidad común”, y en la edificación de una nación vasca en la práctica: es decir, oportunismo puro y duro. Pero ahora tienen la oportunidad en Vascongadas de desbordar y relevar al PNV en el propio gobierno. Un nuevo ciclo, pues, está en ciernes y con él, una aceleración de la agenda nacionalista.

En Navarra sucede lo mismo, con la diferencia de que EH Bildu no parece que pueda ser el primer partido en mucho tiempo, siendo en la actualidad el tercero por detrás del centro derecha (dividido, eso sí) y de los socialistas.

¿Se puede ser independentista, separatista o nacionalista radical y demócrata a la vez?

En teoría, sí. Pero deben cumplirse varias condiciones: ante todo, la aceptación plena y sin reservas mentales de las normas del juego y de los valores democráticos. Ello implica que jamás podrían servirse de ningún tipo de violencia ni de chantaje. El hecho histórico es que en tanto son partidos minúsculos sin capacidad de decisión del status quo, aceptan las reglas democráticas. Pero si los nacionalismos secesionistas atisban cualquier posibilidad de triunfo, aunque sea saltándose alguna de las anteriores, siempre caen en las prisas, las traiciones y la violencia. El nacionalismo radical, conforme su naturaleza, es totalitario. Por ello, la democracia al ser un límite, si es necesario y tienen fuerzas para ello, se la saltarán. Su finalidad no es la democracia o el bien común. Su finalidad siempre es un bien particular únicamente para “los suyos”, no para todos.

¿ETA sigue viva?

R.: ETA, a lo largo de su historia, sumó unos 7800 activistas, según estudios recientes de Mikel Buesa, cuya inmensa mayoría participó antes de su integración en la banda, durante o después, en alguna o varias de las estructuras orgánicas del mundo abertzale. Ahora, también estamos viendo que muchos aspirantes a cargos públicos en sucesivas elecciones políticas han formado parte de ETA o de diversas entidades vinculadas o generadas por la banda en labores complementarias o de cobertura. Por otra parte, los máximos órganos dirigentes de Sortu, como los de la propia coalición EH Bildu, están copados por antiguos miembros de la banda en su totalidad. Sus mitos perviven; sus actos brutales, presentados como “gestas” a propios y extraños, se conmemoran, escriben y transmiten. Y todavía hay mucho miedo para hablar en voz alta en Vascongadas y Navarra, pues los efectos perniciosos del terrorismo se prolongan hasta hoy por medio de mecanismos perversos de control y señalamiento social. Sí, ETA sigue muy viva. Y no olvidemos el exilio humano que provocó, verdadera “limpieza ideológico-étnica” en la Europa del finales del siglo XX.

Como navarro, ¿qué piensa de la situación política que vive la Comunidad Foral y de la salida de la Guardia Civil del territorio navarro?

La situación de Navarra es trágica y muy peligrosa, no en vano, aquí se juega la unidad de España. A corto plazo, sin duda, se conformará un nuevo ejecutivo “progresista”, el tercero ya, liderado por la socialista María Chivite, que concederá no poco juego a la inculturación vasquista, tanto por la presencia de un socio nacionalista dentro del gobierno, Geroa Bai, como por la presión de EH Bildu, aunque permanezca fuera del mismo. En este sentido, el centro derecha, fracturado entre UPN y PPN, y un Vox con una representación institucional mínima, no tienen capacidad de frenar la agenda nacionalista a corto y medio plazo.

La salida de la Guardia Civil de Tráfico de Navarra es consecuencia tanto de la acción nacionalista, como de las cesiones de los socialistas y de los complejos del centro-derecha, no en vano, aunque ahora hayan protestado por ello, en algunos de sus programas electorales figuraba que la Policía Foral asumiera esas competencias.

¿Qué opina de los pactos entre partidos constitucionalistas y abertzales en Navarra?

Ya se sabe: en río revuelto, ganancia de pescadores. Y en Navarra los más decididos, despiadados, insistentes, oportunistas y siempre con la mirada a largo, son los abertzales. En definitiva, todos esos pactos únicamente benefician, desde la perspectiva del medio o largo plazo, a los abertzales. Pero los socialistas, ellos muy contentos: cuatro años más de gobierno… aunque alimenten a la bestia.

¿Acabará Navarra siendo un territorio del País Vasco?Fernando Vaquero a la derechade la imagen entrevistado en Decisión Radio

Sorprendentemente, a pesar de 120 años de ofensiva nacionalista, especialmente en estas últimas décadas de Democracia, el sentimiento navarrista sigue siendo muy potente. Pero el sentido expresamente españolista ha disminuido mucho en porcentajes. Por lo que se refiere al plano partidista, con la actual correlación de fuerzas, ahora ello no es posible. Pero en un futuro, conforme crezca el sentido de pertenencia vasquista, y en un plausible marco confederal plurinacional, las condiciones legales y políticas que permitirían esa posibilidad bien pudieran modificarse. Con la actual Disposición Transitoria Cuarta, esa posibilidad dependería únicamente de la voluntad de los navarros. En otro marco legal, acaso correspondería a un espacio de decisión vasconavarro en su conjunto. Tenemos que prepararnos para todo tipo de maniobras. Con conocimiento de causa, voluntad de supervivencia y ganas.

Se considera “disidente por obligación” ¿Por qué?

Efectivamente, es el título de mi columna. Me interesa la política desde siempre. Y el valor de las ideas y las corrientes ideológicas que mueven el mundo. Si le sumamos que soy navarro y funcionario de prisiones, que ha vivido muchos años mirando los bajos del coche y adoptando medidas de autoprotección, no podía menos que mantenerme despierto ante lo que acurre. Y, con todo, un tanto distante mentalmente, pues entiendo que vivimos en una sociedad individualista, enferma e infantilizada. De ahí la necesidad de exponerme con mi modesto juicio y palabra y contar cosas, aunque no gusten a muchos, con libertad y no pocas veces, porque no lo cuenta casi nadie.

Ha sido un honor poder comunicarme con los redactores y lectores de Tribuna Benemérita. Muchas gracias.

Fernando José Vaquero Oroquieta es además autor, entre otros. de:

Biografía no autorizada del PNV (El nacionalismo vasco en Navarra)

Por una brújula metapolítica y otros ensayos identitarios (Letras Inquietas)

De Navarra a Nafarroa: La otra conquista

La constelación masónica

La ruta del odio

Una entrevista de Antonio Mancera Cárdenas
Para Tribuna Benemérita