En un emotivo acto que reunió a familiares, autoridades y vecinos, la localidad pirenaica de Sallent de Gállego rindió homenaje este miércoles a los guardias civiles Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas, asesinados por la banda terrorista ETA el 20 de agosto de 2000.
En el marco del 25 aniversario de aquel trágico atentado, el Ayuntamiento ha dedicado una calle a los dos agentes, un gesto que perpetúa su memoria y reafirma el compromiso de la comunidad con las víctimas del terrorismo.
El acto, celebrado a las 12:30 horas en la plaza Valle de Tena, estuvo presidido por el alcalde de la localidad, Jesús Gericó, y contó con la presencia de destacadas autoridades, como el consejero de Hacienda e Interior del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, y el subdelegado en Huesca, Carlos Campo. También asistieron mandos de la Guardia Civil, como el teniente coronel jefe de la Comandancia de Huesca, José Enrique Cordobés, y representantes políticos.
La ceremonia comenzó con una misa en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, oficiada en memoria de los dos agentes. Posteriormente, se descubrió la placa de la nueva “Calle Irene y José Ángel”, que incluye fotografías de ambos guardias civiles, un tributo visual que refuerza el recuerdo de su sacrificio. El acto culminó con una ofrenda floral en el lugar exacto donde, hace 25 años, una bomba lapa colocada por ETA en los bajos de un Nissan Patrol acabó con sus vidas.
Irene Fernández Perera, de 32 años y natural de Las Agüeras (Asturias), fue la primera mujer guardia civil asesinada por ETA. José Ángel de Jesús Encinas, de 22 años, originario de Talavera de la Reina (Toledo), llevaba apenas tres meses en Sallent y soñaba con unirse al Servicio de Montaña de la Guardia Civil. Aquella madrugada del 20 de agosto de 2000, a las 6:05, una explosión de tres kilos de dinamita destrozó el vehículo en el que iniciaban su servicio, matando a Irene en el acto e hiriendo de gravedad a José Ángel, quien falleció camino al hospital.
El padre de José Ángel, José de Jesús, guardia civil retirado, visiblemente emocionado, expresó durante el homenaje: “Estamos muy orgullosos de que la ciudadanía y las autoridades nos acompañen en este recuerdo. Es un honor que Sallent mantenga viva la memoria de nuestros hijos”. El alcalde Gericó, por su parte, destacó la huella imborrable que dejaron los agentes en la localidad: “Irene y José Ángel forman parte de nuestra historia. Este pueblo siempre estará con sus familias”.
El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, también se pronunció a través de la red social X, subrayando la importancia de “mantener viva la memoria de Irene y José Ángel, y de todas las víctimas del terrorismo, como un deber moral”. Azcón aprovechó para recomendar el documental Dos vidas. Atentado en Sallent, emitido en Aragón TV, calificándolo como “un relato de memoria, dignidad y justicia”.
El atentado, perpetrado por el comando Totto de ETA, llevó a la condena de cuatro de sus miembros, incluido el líder Javier García Gaztelu, alias Txapote, con penas de 75 años de prisión. Sin embargo, las familias de las víctimas y asociaciones como la AVT siguen reclamando justicia para más de 300 casos de atentados de ETA aún sin resolver.
La nueva calle, ubicada entre el Paseo de Fermín Arrudi y el cuartel de la Guardia Civil, se suma a una placa conmemorativa instalada previamente en el lugar del atentado, consolidando el compromiso de Sallent de Gállego con la memoria de Irene y José Ángel. Este homenaje no solo honra a dos héroes caídos, sino que también envía un mensaje claro: el terrorismo no doblegará el espíritu de una comunidad unida en el recuerdo y la justicia.
Tribuna Benemérita se suma al reconocimiento de Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas, que fueron reconocidos en los Premios FIEL en el DEBER-2023, cuyo sacrificio sigue siendo un símbolo de valentía y servicio a España.